La fabricación de coches eléctricos depende de la existencia de ciertos componentes fundamentales que de producirse una interrupción en la explotación y producción de los mismos provocaría una severa interrupción de esta industria y esto es así porque los inventarios de estos materiales indispensables apenas alcanzan para seis semanas.
Un país con el poder de influir en la producción de una industria clave para el desarrollo mundial
Algunos países al tener el control de la producción y abastecimiento de la materia prima de una industria tendrían la capacidad de influir en el desenvolvimiento de la misma, por lo que las decisiones que tomen respecto a la explotación y distribución de estos insumos es seguido con atención por la comunidad internacional.
Este sería el caso de China, quien controla el 90% de la producción de unos componentes que resultan indispensables para una parte de la industria automotriz, específicamente la vinculada a la movilidad eléctrica, por lo que el país asiático es altamente influyente en el desarrollo de este importante sector industrial.
De allí que haya sido noticia mundial la suspensión por parte de China a partir del 4 de abril de las exportaciones de seis minerales críticos así como de los imanes de tierras raras que son producidos en el país asiático, requiriéndose de una licencia especial para la exportación de estos componentes clave para la fabricación de:
- Coches eléctricos
- Naves aeroespaciales
- Semiconductores
- Piezas militares
Una guerra comercial iniciada por Trump a la que China responde limitando recursos
Luego de 24 horas que Trump anunciara los impuestos que serían aplicados a la importación de la mayoría de productos importados por Estados Unidos, el gobierno chino decidió prohibir la exportación de minerales críticos al mercado estadounidense y principalmente tres componentes clave:
- Galio
- Germanio
- Antimonio
Posteriormente en el mes de abril la administración de Xi Jinping incorporó otros dos metales críticos a la lista de prohibición de exportación, los cuales son menos conocidos pero igualmente importantes en la industria de circuitos integrados, telecomunicaciones y dispositivos de almacenamiento, como son el escandio y el disprosio.
Dos semanas después la administración china dio otro paso más para presionar a Estados Unidos al restringir las importaciones de compuestos de tierras raras que son utilizados en los coches eléctricos, la aeronáutica y el armamento avanzado, así como de los elementos intervinientes en la fabricación de imanes de alta potencia.
Con poder magnético responde Xi Jinping a los aranceles impuestos por Donald Trump
Estos imanes son indispensables para el ensamblaje de automóviles, drones, robots y misiles y su suministro será regulado a través de un novedoso sistema que prepara el gobierno chino, pudiendo impedir así su entrega a empresas y contratistas militares de Estados Unidos, esto como parte de la respuesta del gobierno chino al incremento de aranceles impuesto por Trump
Entre los países, además de China, que producen estos elementos de tierras raras se encuentran Brasil, Australia, Canadá, Estados Unidos, Vietnam, Myanmar y Tanzania, aunque la potencia de Asia produce más del 90% de estos minerales críticos y tiene dominio de la industria de procesamiento al que son sometidas las tierras raras.
La enérgica medida constituye parte de las represalias chinas por el colosal incremento de los aranceles del presidente Donald Trump anunciados el 2 de abril. Por ende, la exportación de tierras raras críticas es utilizada como una herramienta estratégica y evidencia el dominio sobre este tipo de componente clave.
En conclusión, China es el país que podría detener la producción global del coche eléctrico, así como de naves aeroespaciales, chips y armamento, porque es capaz de interrumpir el flujo de esta materia prima a los fabricantes quienes tendrían solamente unos pocos meses de inventario.