Aunque el coche eléctrico ha obtenido una gran popularidad durante los últimos años podríamos estar a punto de dejarlo de lado antes de su momento de máximo esplendor. Ha aparecido un motor que se alimenta de la naturaleza y es implacable. Cabe destacar que cuando hablamos de coche ecológico nos referimos a un vehículo “verde” caracterizado por un bajo impacto ambiental.
Este tipo de automóviles se diseñan de manera específica para bajar la emisión de gases contaminantes y acotar el consumo de combustibles fósiles. Dentro de esta categoría podíamos englobar al coche eléctrico.
Usan tecnologías avanzadas que reducen de forma significativa su huella de carbono, contribuyendo de esta manera a la preservación del medioambiente. En este campo, los motores eléctricos resaltan por su eficiencia. Los coches eléctricos trabajan con baterías recargables que descartan de manera fulminante la necesidad de combustibles fósiles.
Al no quemar gasolina ni diésel, los vehículos eléctricos no producen emisiones de CO2, uno de los factores que motivan el cambio climático.
A su vez, el coche eléctrico convive con vehículos híbridos, híbridos enchufables y celdas de combustibles, además de otras alternativas tecnológicas que se postulan como opciones más sostenibles de las que hemos visto hasta ahora. Sumado a esto, un coche ecológico se distingue del resto por el uso de materiales reciclados y sostenibles en su construcción.
El coche eléctrico tiembla ante la aparición de un combustible natural
Definitivamente la bestia rosada eléctrica de 1000 CV ha logrado cautivar al mundo, algo que podría replicarse con una propuesta alternativa de Toyota. El exitoso gigante japonés trae al mercado una pieza revolucionar que podría cambiar la manera en la que vemos la automoción.
Ha presentado un motor que funciona sin gasolina ni electricidad. En su lugar, recurre al uso de amoníaco, una sustancia con propiedades complejas. Toyota, en colaboración con su socio GAC Motor, se ha centrado en el uso de amoníaco desarrollando un motor que deja en segundo lugar la gasolina, electricidad e hidrógeno.
Aunque no se trata de una solución convencional, el amoníaco podría brindar una opción viable. La creación de coches movidos por amoníaco suscita preocupaciones acerca de la seguridad de los pasajeros y el impacto ambiental.
Amoníaco, el combustible que podría hundir al coche eléctrico
El amoníaco (NH3) se trata de un compuesto químico altamente conocido debido al potencial peligro que encierra. Corresponde a un elemento incoloro y muy irritante, que emite un olor fuerte en bajas concentraciones.
Si está presente en niveles elevados sí puede convertirse en algo tóxico, representando riesgos considerables para la salud. Es por eso por lo que los ingenieros de Toyota tienen por delante la tarea de hallar soluciones para mitigar los posibles riesgos vinculados al combustible.
Suele utilizarse en diferentes industrias para generar fertilizantes, explosivos y refrigeración. El surgimiento del amoníaco es natural. Es posible encontrarlo en discretas cantidades en la atmósfera, apareciendo por la putrefacción de la materia nitrogenada procedente de plantas y animales.
Un combustible natural podría acabar con el auge del coche eléctrico
También es posible detectar amoníaco y sales de amonio en pequeñas cantidades de agua de lluvia, donde el cloruro de amonio y sulfato de amonio están asentados en áreas volcánicas. La adopción del motor de amoníaco traería consigo una serie de cambios económicos de gran envergadura.
Sería necesario crear nuevas infraestructuras para generar y repartir amoníaco a gran escala, un desafío sustancial después de apostar durante décadas por motores térmicos. Otro obstáculo a solventar sería la producción de amoníaco, dado que Europa genera poco, exceptuando Alemania, mientas que China, Rusia y Estados Unidos son líderes.
Pese a los retos existentes, la innovación de Toyota abre una puerta que podría significar un punto de inflexión para un sector completo. La misma humanidad que hoy veo en el coche eléctrico su única salida para el transporte podría vislumbrar un nuevo horizonte. Pero hasta que ese día llegue, las miradas están puestas en este súpercoche eléctrico, que, según aseguran, se alza como el rey de los eléctricos.