Una de las necesidades más apremiantes a las que se enfrentan numerosas naciones es la búsqueda de nuevas fuentes energéticas que no provengan de productos derivados del petróleo. Aunque también es fundamental que se encuentren disponibles en su propio territorio, con la finalidad de evitar la dependencia de otros países. Pero en Europa llegaron al colmo al desarrollar un proyecto de energía extremo que, como elemento más destacado, incluye perforar en un lugar donde aparentemente resultaría imposible poder hacerlo.
Un proyecto original para obtener energía
Los inconvenientes generados por los combustibles fósiles han abierto las puertas a la búsqueda de nuevas opciones para obtener fuentes energéticas limpias, que tengan la capacidad de igualarlos, o hasta superarlos en eficiencia. En ese sentido, cada país interesado en este proceso procura centrar su progreso en los recursos naturales que tenga a su disposición, por lo que la geotermia es una de las menos usadas.
Pero en algunos lugares del mundo, donde existe un vulcanismo muy activo, las temperaturas elevadas son convertidas en una fuente energética poderosa y abundante capaz de satisfacer grandes requerimientos. A este respecto, actualmente se están obteniendo progresos significativos en el proyecto de energía más extremo que se está adelantando en Europa, en el transcurso del cual van a perforar en un lugar imposible.
El volcán Krafla será un centro de investigaciones
Islandia es uno de los primeros países de Europa, y del mundo entero, que decidió dejar la dependencia de los combustibles fósiles para la generación de electricidad desde finales del siglo pasado. Pero no se han conformado con lo conseguido hasta ahora y por eso están desarrollando un proyecto llamado Krafla Magma Testbed (KMT), que incluye la perforación de túneles en la cámara magmática de ese volcán.
Eso tiene como objetivo conocer mejor todo lo relacionado con el magma mientras está en lo profundo de la tierra, mediante el estudio de la información obtenida a través de mediciones directas. Esta será la primera vez que se lleve a cabo una investigación en el interior de un volcán, el Krafla, con esto se pretende hallar las señales que anuncien cuándo podría ocurrir una erupción volcánica. Por ello es que se parece a este que tiene en vilo a Europa.
Y al mismo tiempo, también desean hallar opciones innovadoras que permitan obtener mayores beneficios de la geotermia, pues actualmente esa es la principal fuente energética con que cuenta Islandia para la producción de electricidad. Este proyecto empezará a desarrollarse a partir del 2026 con una primera perforación al volcán, y es posible que en 2030 ya tengan instalado un laboratorio de investigación dentro del Krafla.
Islandia es la nación con mayor conocimiento sobre geotermia
Islandia cuenta con una actividad volcánica muy importante que se ha transformado en su principal fuente de energía, y el proceso para convertirse en la mayor potencia geotérmica ha necesitado mucho trabajo. Y no se han limitado a aprovechar esa energía, sino que permanentemente buscan la forma de optimizar esa actividad, que a pesar de su origen natural genera CO2, así que crearon un método para reducirlo.
Se trata del proyecto Carbfix, cuyo objetivo es atrapar el dióxido de carbono emitido por las plantas geotérmicas y almacenarlo para evitar que se quede contaminando la atmósfera, para lo cual usan un método sofisticado. Este consiste en tomar ese gas y disolverlo en agua, posteriormente, lo introducen a presión bajo tierra en una zona rica en piedras de basalto, que poseen una consistencia porosa, para que quede solidificado allí.
Concluyendo, en Europa están desarrollando un plan energético extremo, se trata del proyecto Krafla Magma Testbed (KMT), que contempla la perforación de túneles en la cámara magmática de ese volcán ubicado en Islandia. Esto con la finalidad de realizar mediciones directas que permitan anticipar erupciones volcánicas y de obtener más beneficios de la geotermia. Respecto a esto último, la exploración puede arrojar sorpresas como esta veta de esta energía hallada en Madrid. En ese país también utilizan un procedimiento llamado Carbfix para atrapar y dejar depositado en las piedras basálticas el CO2 generado por las plantas geotérmicas, y evitar que contamine el aire.