Durante años se ha hablado de energías limpias, paneles solares y molinos, pero pocos proyectos industriales habían desafiado temperaturas extremas usando únicamente el Sol. Un nuevo proyecto de Suiza trae frío, hierro y aluminio al rojo vivo, con espejos, concentración solar, y cero combustibles fósiles implicados.
En Suiza se inicia la evolución
Suiza, el país europeo de la relojería, no solo será conocido por sus tradiciones, paisajes o el chocolate. Ahora es la cuna de un artefacto que promete aprovechar a “la gran estrella” de nuestro sistema, para algo más que marcar la hora, para transformar residuos en materia limpia.
Imaginemos un horno gigante, algo tan potente que no necesita ninguna fuente de gas o electricidad… pero ¿Con que funciona? Solo usa la luz del sol para fundir metales. Suena algo fuera de este mundo, pero acá te contamos cómo Suiza lo está haciendo realidad.
La empresa Panatere ha puesto en marcha hornos solares que alcanzan 2000 °C, usando un heliostato de 140 m², con el objetivo de reciclar residuos de aluminio y acero, particularmente de la industria relojera, transformándolos gracias al poder del Sol.
¿Cómo funciona?
Panatere es una empresa suiza dedicada a fabricar componentes para la relojería pero con una visión muy distinta a la tradicional. Ubicada en el sector histórico de la relojería, La Chaux-de-Fonds, viene a hacer historia transformando algo cotidiano en algo magnífico.
Así como China creó un nuevo material, se creó un horno que cuenta con cientos de espejos, una superficie capaz de seguir al sol y reflectar la luz, de aproximadamente 140 metros cuadrados, suficiente para generar temperaturas cercanas a los 2000°C que permite derretir distintos metales.
Un desafío que no le basta con fundir esta chatarra, sino que quiere hacerlo sin depender de los contaminantes y ayudar a la comunidad relojera, ya que, los residuos provienen de este sector lo que permitirá reducir la huella de carbono, al momento de gestionarlos.
El reloj suizo se torna color verde
Aunque no lo creas, la industria relojera genera toneladas de residuos: virutas, recortes y piezas defectuosas de metales y aleaciones, si bien son metales altamente cotizados, reciclar estos materiales implicaba enviarlos a fundiciones alejadas de la ciudad, lo cual es costoso.
Acá es donde se cambian las reglas del juego. Ahora cada fabricante puede enviar sus residuos a la planta donde serán transformados en lingotes que serán enviados a un nuevo ciclo productivo, es decir esto es una economía circular pura y dura.
Pero lo más interesante de todo es que la empresa no busca cantidad, a diferencia de otras gestoras, no existe un mínimo de residuos que puede enviar cada fabricante, todo es juntado pata luego ser procesado en los hornos.
Un modelo replicable sin contratiempos
Aunque este proyecto está ubicado en lo alto de los Alpes suizos, esta tecnología puede replicarse en cualquier lugar del planeta que cuente con una buena cantidad de radiación solar y la voluntad de inversión.
Panatere no monopoliza su hallazgo, ya se encuentra en conversaciones con empresas europeas que quieren adoptar esta tecnología, aquellos sectores donde el reciclaje de metales representa tanto un desafío logístico como ambiental.
Los desafíos dependen del clima
Claro, es posible que surja la pregunta ¿Qué pasará cuando esté nublado o de noche? Curiosamente este no es un punto débil. El horno cuenta con un sistema de almacenamiento que permite seguir operando incluso cuando el Sol no está presente.
Pero no todo es tan sencillo cómo parece, existe un desafío aún mayor y son las estaciones. En invierno, para los procesos que requieren operaciones 24/7, el sistema debe complementarse con respaldos convencionales o baterías.
Sin importar las limitaciones o contratiempos, los números no mienten. En un país donde el invierno manda buena parte del año, la producción anual de los hornos solares ya supera la de los sistemas tradicionales en eficiencia y sostenibilidad.
Suiza está demostrando que la industria convencional no necesita seguir siendo sinónimo de contaminación masiva. Si este modelo se expande por Europa, podríamos estar presenciando el inicio del fin para los hornos industriales alimentados por combustibles fósiles. La gran estrella del sistema solar finalmente está mostrando todo su potencial industrial, tal como Japón lo hizo con su nueva forma de movilidad.