Tesla estuvo rompiendo récord de ventas en Europa y principalmente en España hasta que llegó la mayor marca de eléctricos en el mundo. Esto prueba que una cosa es ubicarse a la cabeza y otra es mantenerse por mucho tiempo, aunque se esté dispuesto a hacer hasta lo imposible. Precisamente uno de los problemas de este fabricante es anticipar los resultados que tendrán las estrategias aplicadas para seguir estando al frente, y ahora a la firma reina de la movilidad eléctrica le toca por ello sufrir las consecuencias de una guerra comercial que ella misma comenzó ofreciendo descuentos a diestra y siniestra.
Para esta marca líder de coches eléctricos superar a sus semejantes ha sido más difícil que dejar atrás a la firma de Musk
La evolución que han tenido las marcas fabricantes de coches eléctricos en China se está caracterizando por un rápido crecimiento, innovación tecnológica y una fuerte expansión tanto a nivel nacional como internacional. Una de las principales firmas se inició a mediados de los noventa y hoy es considerada la mayor en todo el mundo.
Pero llegar al sitio donde se encuentra no ha sido fácil. Convertirse en líder mundial en la fabricación de coches eléctricos, superando a la marca de Elon Musk en ventas globales ha requerido de acciones estratégicas casi desesperadas. Pero una cosa ha sido superar la firma estadounidense y otra competir con sus nacionales, las cuales operan bajo el mismo esquema: Coches buenos, bonitos y baratos, con menos emisiones.
La operación bajo tal esquema ha llevado a que en comparación con el periodo abril – junio del año anterior se haya producido una reducción del beneficio neto percibido por esta firma líder china. La disminución de estas ganancias ha sido de un 30%, demostrando esto que incluso los líderes no se salvan de los riesgos y volatilidad del mercado de coches eléctricos.
A estos fabricantes de Asia se les ha pasado la mano y ahora tienen que pagar las consecuencias
Evidencia de esta guerra de descuentos ha sido la caída en un 19% de los precios medios de coches chinos en estos dos últimos años, fijándose en 22 900 euros. Por otro lado, ha aumentado el déficit de capital de trabajo hasta ubicarse por encima de los 14 724 millones de euros a fines de junio, mientras que en marzo escalaba a más de 11 509 millones de euros.
Es evidente que China y BYD traman algo cuando la marca líder ha culpado a las otras firmas de mala praxis industrial, criticando la forma como están desarrollando un «marketing excesivo», siendo ella la que inició los descuentos. Esta política de precios también conllevó a que el gobierno chino alertara a las firmas sobre el impacto que estaría teniendo sobre la cadena de suministro y la imagen del «Hecho en China» en los mercados internacionales.
La realidad les ha abierto los ojos: Estos han sido los resultados de haber pretendido ser siempre el mejor
Luego de superar a Tesla como principal fabricante de coches eléctricos en el mundo y de 3 años de crecimiento sostenido de ganancias BYD registra su primera caída. Los beneficios han sufrido un derrumbe de 30% en el segundo trimestre de este año. Esta situación ha encendido las alarmas en Wall Street y muestra la devastación causada por la feroz competencia en el mercado de China con base a precios bajos.
En el periodo abril – junio del año pasado BYD obtuvo 1265 millones de euros de ganancias y en el mismo periodo actual la cantidad se redujo a 890 millones de euros que se traduce a un 8% en la caída del valor de las acciones en la bolsa de Hong Kong. Se trata del primer desplome trimestral en tres años de una compañía que daba la impresión de nunca bajar las ventas y ganancias.
En conclusión, como parte de la guerra comercial en el mercado de coches eléctricos las firmas han buscado apropiarse de cuotas de mercado ofreciendo grandes descuentos nunca vistos y esta estrategia ha sido la que ha desencadenado esta situación de desplome de beneficios. Tal como ha reconocido el fabricante BYD, un marketing excesivo ha provocado un efecto adverso en la situación financiera. Esta gigantesca compañía ahora se ha dado cuenta que una cosa es tratar de aniquilar el negocio más ambicioso de Elon Musk y otra muy diferente es buscar dejar atrás a sus nacionales en la competencia de ventas.