Luego del descubrimiento de un famoso cadáver que estuvo encerrado durante miles de años se encontró una toxina responsable de la muerte de los investigadores y ahora décadas después se convierte en una posible cura del cáncer, pasando de organismo villano a sublime héroe capaz de sintetizar potentes medicamentos.
Esta habilidosa y milenaria toxina pasa de villana a heroína luego de varias décadas
A través de los avances tecnológicos gradualmente se vienen realizando nuevos hallazgos que dejan al descubierto un mundo de posibilidades, especialmente en el campo de la medicina, por cuanto las limitaciones que pudieron haber existido en el pasado son superadas y esto plantea la apertura de un nuevo camino a seguir.
Esto es lo que ha venido sucediendo con la misteriosa muerte de algunas personas que en un principio fue atribuida a una poderosa y mortal toxina presente en un sepulcro, pero luego de varios años y gracias a los avances de la tecnología ya no resulta tan desagradable porque se descubre en ella la cura contra peores enfermedades.
Este es el caso de la toxina mortal hallada responsable de aniquilar de manera repentina a muchos de los científicos arqueólogos y trabajadores que en 1922 descubrieron la tumba del faraón Tutankamón y desde entonces el misterio y la muerte rodearon el sorprendente hallazgo.
Los hechos produjeron el nacimiento de una leyenda sobre la maldición de la momia, sin embargo, en la actualidad han surgido nuevos hallazgos de tendencia contraria, pues científicos han encontrado no solo la posible causa de explicación de las muertes prematuras de quienes participaron sino hasta la posible cura de cierto tipo de cáncer.
En el reino fúngico hay una cantera de héroes que solo esperan su oportunidad para mostrarse al mundo
Hace algunas décadas estudios demostraron que la causa de muerte de arqueólogos y trabajadores estaría vinculada al Aspergillus flavus, un tipo de hongo que provoca una grave infección pulmonar cuando sus esporas son inhaladas, provocando el fallecimiento de la persona cuando esta se encuentra inmunodeprimida.
Sin embargo, un nuevo estudio sobre hongos revela ciertas propiedades que podrían ayudar a obtener una cura de determinado tipo de cáncer. En el informe de la investigación realizada por un equipo científico de la Universidad de Pensilvania se ha podido conocer la capacidad del Aspergillus flavus para producir compuestos claves terapéuticos.
Específicamente, el hongo encontrado en la tumba de Tutankamón fabrica péptidos que se sintetizan y modifican de manera postraduccional a nivel del ribosoma, pudiendo alterarse su estructura para transformarlo en moléculas con componentes tóxicos que serían útiles para atacar ciertas células cancerígenas, como las de la leucemia, por ejemplo.
Los asesinos causantes de misteriosas muertes del pasado ahora son las curas de sobrevivientes del futuro
De acuerdo con Qiuyue Nie, el científico que lidera el estudio, la síntesis de los compuestos fabricados por este hongo es bastante compleja y esto le otorga precisamente su intensa bioactividad y capacidad de destrucción de células anómalas, lo cual demuestra además el poder medicinal inexplorado que se encuentra dentro del reino fúngico.
A juicio de Sherry Gao, ingeniera química y colaboradora en el estudio, los hallazgos sobre este hongo en la tumba del famoso faraón demuestran además la posibilidad de sintetizar nuevos medicamentos contra el cáncer partiendo de productos naturales cuya existencia se remonta a miles de años y cuya potencialidad ha pasado desapercibida.
No es la primera vez que se encuentra en mortíferos microorganismos del pasado un relevante hallazgo, pues vale recordar el fallecimiento de diez de los 12 investigadores que accedieron al recinto mortuorio del rey Casimiro IV, donde igualmente se encontró la presencia del Aspergillus flavus, el cual se encargó de aniquilar a quienes tuvieran baja inmunidad.
En conclusión, de un cadáver con miles de años puede surgir una toxina mortal al principio que luego la ciencia puede convertir en posible cura de terribles enfermedades como el cáncer, solo es cuestión de tiempo para que el trabajo científico abra caminos de exploración hacia la fabricación de fármacos con suficiente potencialidad para retar a la muerte.