Actualmente el mundo enfrenta un auténtica amenaza y muchas de estas están vinculadas con la energía, siendo de interés para la ciencia química o alquimia moderna disolver estos peligros y transformarlos en beneficios, detalles que serán dilucidados a continuación.
Todo aquello destinado en un principio a vertederos está dejando de ser una amenaza
En el pasado surgió la alquimia como una pseudociencia dirigida a convertir aquello de fútil valor en algo realmente valioso y en la actualidad esta visión no ha cambiado porque frente a la deficiencia de recursos se han hecho intentos de encontrar una solución basada en novedosas tecnologías.
Una de estas tecnologías producto de la ciencia moderna se ha orientado a convertir algunos elementos de poco valor y que incluso representan una amenaza para la vida en el planeta en bienes fundamentales de amplia utilidad, como es el caso de transformar la basura en energía.
La proliferación de residuos de todo tipo en el mundo debido al crecimiento demográfico y el auge del consumismo ha impulsado el desarrollo de iniciativas y proyectos destinados a brindar una solución viable y permanente a la amenaza que representan estos desechos.
Uno de los últimos esfuerzos es un proyecto piloto con tecnología de punta de nombre Phoenix o Fénix que actualmente se realiza en Whitby, Ontario, con el objetivo de transformar residuos plásticos en combustibles fósiles, lo que significaría una importante reducción de los desechos que son originalmente destinados a vertederos.
De los envases que desechas están exprimiendo el combustible para los camiones recolectores
Desde esta perspectiva, John O’Bireck, presidente de la compañía canadiense Sparta Group encargada de este proyecto, aprecia estos residuos no como un problema sino como un recurso, siendo evidencia de ello la obtención de combustible mediante este proceso para el uso de los camiones de esta empresa.
O’Bireck asegura que aproximadamente 4 mil litros de combustibles pueden obtenerse del procesamiento de 5 toneladas de residuos plásticos reutilizables mediante un proceso de pirólisis, siendo esto suficiente para cubrir el consumo de 10 vehículos en su circulación con retorno de 16 horas cada día.
Para el procesamiento, estos residuos plásticos son cortados en trozos pequeños y colocados en recipientes herméticos para ser calentados sin oxígeno a alta temperatura hasta que se descomponen como parte del proceso de pirólisis, de modo que no son quemados a medida que son descompuestos.
Sin embargo, científicos y ambientalistas reconocen que aún seguirá siendo una amenaza la materia plástica no reciclable y con seguro destino a vertederos por no ser objeto de procesamiento, pasando a ser basura no biodegradable con una potencialidad de contaminación de unos mil años o más.
El peligro se incrementa: El auge de la transformación puede despertar al espíritu despilfarrador
Otro de los proyectos que han hecho uso de una tecnología parecida con el propósito de transformar estos residuos plásticos en combustible es el desarrollado actualmente en Nueva Escocia por parte de la compañía Sustain Technologies Inc en el que procesa 50 mil toneladas anuales de basura procedente de vertederos municipales.
Sin embargo, para Keith Brooks, director de un grupo ambientalista, hay quienes consideran que es preferible el uso de combustibles renovables como la solar y eólica, porque la obtención de carburantes fósiles mediante la pirolisis de residuos plásticos suscita los siguientes problemas:
- No reduce la producción de plásticos
- Perpetúa la economía consumista
- Sigue siendo combustible contaminante
Otro punto álgido dentro del propósito de transformar la basura es que, tal como advierte Brooks, mucha parte del plástico producido por las empresas fabricantes no es reciclable, lo que sigue siendo un problema la gran cantidad de esta material no biodegradable que en poco tiempo inunda los vertederos.
En conclusión, la basura sigue siendo un grave problema porque la creciente proliferación de residuos no reciclables es un reto para el Santo Grial de la alquimia moderna en su propósito de convertir estos elementos que representan la mayor amenaza del mundo en materiales útiles, especialmente en energía.