Actualmente Estados Unidos tiene planificado producir suficiente energía para llevar a cabo importantes misiones pero a diferencia de otras ocasiones esta vez las instalaciones no estarán en la Tierra sino en un lugar allá arriba donde ganó una importante carrera hace más de cincuenta años ¡He aquí los detalles de esta odisea!
Producir la energía de las estrellas más allá de la Tierra está en los planes de la NASA para este año
La energía que se encuentra en las estrellas es la que se produce en su núcleo, como en el caso de nuestro sol, siendo generada por reacciones de fusión nuclear, y esta sería la que estaría intentando producir Estados Unidos más allá de la Tierra, es decir, en el espacio sideral.
La necesidad de producir esta energía de fusión nuclear en el espacio obedece al deseo de lograr los objetivos previstos en la planificación que ha realizado la NASA para los próximos años como lo son la preparación de misiones tripuladas a Marte y la colocación de bases permanentes en la Luna.
Precisamente para la colocación de estas bases lunares haría falta una gran cantidad de energía de la que actualmente no se dispone y por ende se ha pensado en la energía de las estrellas como principal fuente proveedora, sabiendo que de ser posible producirla y controlarla se habrá superado un gran obstáculo.
De allí que la prioridad de la NASA, de acuerdo con las declaraciones de Sean Duffy, director interino de la agencia y secretario de Transporte de Estados Unidos, sea la instalación de un reactor nuclear en nuestro satélite natural, adelantándose a los planes de desarrollo energético de China y Rusia.
Ya comenzó la Segunda Carrera Espacial entre tres países que compiten ¿Quién ganará esta vez?
Duffy, también expresentador en la cadena Fox News, ha calificado esta prioridad de «Segunda carrera espacial» comparando la instalación del reactor nuclear en la Luna con el programa desarrollado por la NASA y que tuvo como exitoso desenlace la pisada de la superficie lunar por astronautas estadounidenses el 20 de julio de 1969.
Ahora 2029 es la fecha límite que se ha establecido como meta para esta segunda carrera a la que se ha abocado la agencia espacial estadounidense, un año antes del que se han fijado de manera conjunta los chinos y rusos para llegar a colocar un generador de energía nuclear en el satélite natural de la Tierra y desde allí viajar a los confines del universo.
Rusia y China firmaron en mayo un memorando de entendimiento para la instalación de un reactor nuclear en una base en la Luna, objetivo que ha preocupado a Estados Unidos por temer que de llegar estos países a concretar sus planes puedan establecer una «Zona de exclusión» que afecte el desarrollo de sus misiones espaciales posteriores.
La NASA tiene ambiciosos planes para ganar la carrera pero le teme a la noche
El proyecto conjunto entre las agencias espaciales de China y Rusia se une al programa estadounidense Artemis como esfuerzo de las distintas potencias para fijar una base lunar permanente, lo que demandaría una cantidad de energía mucho mayor de la que han requerido programas anteriores.
Aparte de generar agua y oxígeno, advierte Simon Middleburgh, científico de la Universidad galesa de Bangor, para el establecimiento de misiones lunares se requiere de mecanismos que permitan suplir la energía necesaria, lo cual habría generado un debate acerca de la fuente energética más apropiada.
Ian Whittaker, científico astrofísico de la Universidad de Nottingham Trent, ha advertido sobre los problemas de emplear energía solar en las futuras bases lunares porque existe un desafío vinculado a la prolongada noche lunar con una duración equivalente a unos 14 días terrestres, planteándose las siguientes dificultades:
- Disposición de gigantescos bancos de baterías para almacenamiento de energía
- Altos costes
- Complejidad técnica muy elevada
Por lo que la idea de instalar pequeños reactores modulares como los que están en auge en la actualidad, sería una de las ideas más prósperas, en un lugar donde debido a la falta de oxígeno, la posibilidad de una catástrofe como la de Chernobyl es mínima.
En conclusión, si la agencia espacial de los Estados Unidos quiere instalar bases permanentes en nuestro satélite natural tendrá que adelantarse a Rusia y China produciendo la energía de las estrellas no en la Tierra sino en la Luna, pero antes deberá superar los obstáculos que implica la extensa noche lunar y enfocar la caca como el mayor desafío de la humanidad.