Hay un serio problema en España que se ha acentuado con el tiempo avanzando el grado de deterioro principalmente debido a la falta de un mantenimiento programado presentándose como una situación similar a una hemorragia donde la colocación de una curita es una solución económica pero ineficaz.
Los problemas que en España requieren de mucho dinero para atender sus efectos
De acuerdo con datos recabados en un informe presentado recientemente, la situación problemática se ha agravado sobre todo por la toma de medidas específicas que responden a situaciones muy puntuales que no inciden en una mejora de la situación en general.
Esta ausencia de un enfoque integral en el mantenimiento hídrico ha ocasionado que se requiera actualmente de una inversión muy alta para atender la crisis, ubicándose la cifra en 85 mil millones de euros, y amenazando con aumentar en la medida que se producen mayores impactos debido al cambio climático.
De hecho, la sequía y los aguaceros representan un doble desafío para la gestión del agua en el territorio español, comprendiendo que por un lado la desertificación amenaza a un 74% del país, en tanto que las fuertes lluvias se prolongan y causan terribles inundaciones, tal como ocurrió en la riada de Levante.
Pese a estos desafíos se tiene conocimiento sobre la falta de inversiones en el sector hídrico, estimando una disminución del 57% en el presupuesto asignado a raíz de la crisis financiera y requiriéndose en la actualidad de 85 mil millones de euros para la modernización de la red de abastecimiento y saneamiento.
Para que el agua llegue al grifo es necesario pasar de medida aisladas a un plan integral
De acuerdo a los datos que se muestran en el informe presentado por la empresa S&P Global Ratings la infraestructura que actualmente existe en España para la gestión del agua se encuentra envejecida y en estado precario, presentándose como uno de los países de Europa que ha experimentado mayor impacto debido al estrés hídrico y las sequías extremas.
En el informe señalado se advierte sobre el hecho de que casi el 50% del agua circulante no llega hasta el grifo, y de manera específica en regiones como Galicia y Asturias las fugas del vital líquido se ubican en un 40%, mientras que en otras el desperdicio del agua alcanza las siguientes cifras:
- Extremadura: 33%
- Aragón: 30%
- Catalunya: 22%
De allí que uno de los principales reclamos que hacen expertos y comunidades es el aumento de las asignaciones económicas al sector buscando que no se produzcan pérdidas asociadas a la falta de agua en diversas regiones y así mismo evitar que se reduzca la calidad de vida en la población.
Uno de los principales autores del informe, Alejandro Rodríguez Anglada, sostiene que la pérdida en las comunidades autónomas en España en algunos casos llega a ser superior a 20%, siendo esta una cifra que es el doble de la media en países como Estados Unidos, aunque en otras se presenta una situación contraria con la presencia de copiosas lluvias.
Expertos piden encarecidamente que dejen de preparar barcos para llevar agua a cada región
El impacto en la disponibilidad del agua en regiones como Murcia, Andalucía o Extremadura, afectando actividades productivas como la agricultura, obedece al estado precario en el que se encuentra la infraestructura hídrica en España, especialmente bajo las condiciones envejecidas y obsoletas reinantes.
Otra de las inquietudes es la adopción de soluciones puntuales que responden a factores circunstanciales, como cuando se trasladó agua en embarcaciones hasta Catalunya, pero esto no ayudó a resolver las fallas o deficiencias en la infraestructura del sistema.
En conclusión, los 85 000 millones de euros que necesita invertir España en la infraestructura hídrica para detener el vital líquido que se desperdicia, como si se tratara de una hemorragia, es solo parte de un problema que avanza en la medida que se profundizan los efectos del cambio climático.