Ciertamente es un problema complicado el que se presentará en Europa dentro de poco y la solución que se ha planteado para enfrentarlo no será muy fácil de adoptar, por lo que es muy probable que en casa te resentirás de esta preocupante situación. Aquí te contamos todos los detalles.
Es un grave problema que vive Europa desde hace tres años y aún no hay solución
Para ponerlos en contexto es bueno recordar que este problema comenzó en la medida que se fue extendiendo el tiempo y se percibió que el evento causante seguía en desarrollo y no tenía fecha de finalización, como lo es el la guerra entre Rusia y Ucrania, pues en un principio muchos pensaron que era cuestión de esperar unos meses para que todo volviera a la normalidad.
Sin embargo, el alargamiento del conflicto trajo como consecuencia el agravamiento del problema hasta que llegó la decisión de no seguir confiando en volver a una situación similar a la que existía antes de los enfrentamientos y se planteó como solución sustituir de manera definitiva al problemático proveedor.
Pero ya han pasado tres inviernos desde que se inició la guerra y pese a las medidas tomadas por los países europeos se nota una drástica reducción de las reservas gasíferas, siendo 33,6% el almacenamiento para 31 de marzo, lo que significa 9 puntos por debajo de la media en los últimos cinco años y 25 menos en comparación con 2024.
¿Qué medidas se tomarán si no se consigue aumentar los niveles de reservas de gas?
Justo cuando se observa la necesidad de llenar los depósitos para la venidera temporada se cree que la acentuada disminución obedece a una subida en el consumo durante noviembre y diciembre y de acuerdo con el director de la consultora Tempos Energía, Antonio Aceituno, son muchas las variables condicionantes que entran en juego, por ejemplo:
- Incertidumbre geopolítica en Oriente Medio o Ucrania
- Repunte del consumo en China
- Exigencia de Bruselas a estados miembros de un nivel mínimo previo a la próxima temporada invernal
Agrava el problema el hecho de que los países europeos requieren llegar hasta un 90% de reservas antes del mes de noviembre y China compite para llenar de primero en el mercado global gasífero, lo que obligaría a Europa a correr y cerrar acuerdos antes de que los precios del gas suban.
A consecuencia de esta subida de precios, de acuerdo con Financial Times, el gasto por concepto de relleno de reservas de gas se ubicará este año en 10 mil millones de euros más que en 2024, lo cual obedece a que habrá una temporada invernal más cruda y al hecho de que se producirá un incremento en la demanda.
¿Supondrá un cambio en el mercado gasífero europeo el cese de la guerra Rusia – Ucrania?
De acuerdo con Euronews, las sanciones comerciales a Rusia debido a la invasión a Ucrania redujeron drásticamente el suministro de gas que era equivalente al 40% del total recibido y se espera que en 2027 el envío se interrumpa completamente, aunque posiblemente el gas ruso siga entrando mediante «buques fantasmas», tal como sucede en la actualidad.
Se trata de una situación que ha provocado una distorsión en el mercado e inestabilidad de precios porque hay una competencia entre los gobiernos que buscan asegurarse cargamentos. Entre las alternativas al gas ruso se tiene GNL procedente de Qatar y Estados Unidos, pero esto no parece suficiente para aliviar la situación.
Ante las complicaciones para el mantenimiento de un 90% de reservas la Comisión Europea prevé la posibilidad de flexibilizar la meta de almacenamiento, sobre todo asumiendo que el país con mayor dependencia del gas ruso, Alemania, pidió recientemente ajustes para sortear los incrementos de precios en verano.
En conclusión, el grave problema que se viene para Europa que afectará a todos y que probablemente sentirás en casa no tiene solución fácil a la vista, y no se espera que el reajuste de objetivos de almacenamiento energético haga mucha diferencia, pues es posible que no se realice o no se promulgue a tiempo.