La Unión Europea ha tomado una inédita decisión que pasa por quitarte la garantía de los electrodomésticos. Cuando parecía que el autoconsumo se había disparado por este invento que mezcla el gas con un químico sorprendente, ahora recibimos una noticia impactante. Desde ahora, tienes dos opciones: o arreglar tú lo que se haya roto, o generar una multa de 100 000 euros que no vas a pagar tú.
La garantía de los electrodomésticos cambia para siempre: la UE da el paso
La Unión Europea ha aprobado una nueva normativa que blinda el derecho a reparar los electrodomésticos. Esto significa que, como consumidor, tendrás más facilidades para reparar aquello que compres sin el frecuente riesgo de perder la garantía, en lugar de tener que reemplazarlo por uno nuevo.
Hasta ahora, y como sabrás, el mero hecho de haber intentado solucionar una avería sin ser profesional daba motivo a que la empresa se «lavara las manos», por decirlo de algún modo. Esto se hacía para que no se produjeran más deterioros, pero a la larga solo ha servido para generar más residuos.
Con esta medida se pretende alargar la vida útil de los electrodomésticos, reducir los residuos electrónicos y ahorrar costes a los consumidores. La normativa entró en vigor a principios de este año y se espera que se implemente de manera definitiva durante los próximos meses, antes de que finalice el verano.
El derecho a reparar, blindado por la Unión Europea desde ahora
El derecho a reparar es un concepto que defiende que los consumidores deben tener la posibilidad de reparar los productos que compran, en lugar de verse obligados a reemplazarlos. Esto implica que los fabricantes deben proporcionar acceso a información, piezas de repuesto y herramientas.
Todo lo que se proporcione debe ir encaminado a quelos usuarios o terceros puedan reparar los dispositivos. El movimiento en favor del derecho a reparar surge como respuesta a la crisis medioambiental y la generación desmedida de residuos, y organizaciones como Greenpeace llevan años demandándolo.
Ello se debe a que muchos fabricantes limitan el acceso a manuales de reparación, componentes y diagnósticos de fallos. Estas restricciones obligan a los usuarios a recurrir únicamente a los servicios técnicos autorizados, a menudo más caros y menos eficientes —desde el punto de vista técnico, pero también energético—.
El derecho a reparar busca dar más opciones a los consumidores, prolongar la vida útil de los productos, reducir residuos electrónicos y promover la competencia en el mercado de reparaciones. Permite que cualquier persona con conocimientos técnicos pueda reparar dispositivos, fomentando la reutilización y la economía circular.
Un año más de garantía, solo en estos casos: así te la van a ampliar
¿Qué sucedía hasta ahora cuando te encontrabas con un defecto de fábrica en un electrodoméstico o un dispositivo electrónico en general? Lógicamente, la marca debía hacerse responsable, pero todo el tiempo que conllevaba la reparación lo estabas perdiendo de garantía.
Esta situación cambia a partir de ahora, puesto que, en este caso, se ampliará un año más de forma automática. Es decir, lo hará siempre que detectes una avería y se proceda a su reparación, de modo que disfrutes realmente de los 3 años que contempla la legislación comunitaria —recuerda que antes eran 2 y se ampliaron—.
Como has podido ver, la garantía de los electrodomésticos está a punto de finalizar en toda la Unión Europea, con una nueva propuesta que va a blindar el derecho a repararlos. Desde luego, se acabó perder esta vigencia por intentar solucionar una avería. Sin embargo, hace poco también conocimos una noticia un tanto negativa: este es el dinero que necesitaríamos para revertir el cambio climático.