Desde ventanas que producen energía solar hasta increíbles materiales reciclados, la construcción es uno de los sectores que más está experimentando los cambios del avance en sustentabilidad. Con este nuevo material que está investigando un equipo de expertos alemanes, podríamos dar un gran salto hacia la construcción de estructuras de carbón de aire que limpian el ambiente.
El carbón de aire en la construcción
El mayor problema para la construcción sustentable es la liberación de gases de efecto invernadero durante la fabricación de los materiales que usamos para levantar edificaciones. Estos procesos de producción, así como el transporte de los materiales terminado hacia las ubicaciones donde se comercializan y utilizan, liberan grandes cantidades de CO2 al ambiente.
Se calcula que por cada tonelada de concreto y hormigón que utilizamos, se produce el mismo volumen de CO2 que se acumula en la atmósfera, contribuyendo al calentamiento global. Es por esto que se trabaja sin descanso en la búsqueda tanto de materiales más sostenibles, como de procesos de fabricación más limpios para reducir la huella de carbono que producen nuestras ciudades.
En esta ocasión, es la empresa de investigación Made of Air, radicada en Alemania, la que ha logrado dar con lo que podría ser el primer material de carbono negativo para la construcción de fachadas de edificios. La clave está en el uso de un elemento conocido como biochar o biocarbón como ingrediente principal para la creación de placas modulares que se instalan en las estructuras.
Qué es el biocarbón y para qué se usa
El biochar es una sustancia de larga data en el uso agrícola. El mismo se produce como elemento residual durante la generación de energía calórica para la producción de electricidad. Durante este proceso, el 50% del material combustible se convierte en energía mientras que el resto se convierte en biocarbono, el cual ofrece excelentes propiedades para la preparación de sustratos.
Las placas de biochar de Made of Air se producen mezclando este material cuya estructura captura una gran cantidad de carbono con un aglutinante biodegradable que permite crear placas individuales para el uso en la construcción. Estas placas se colocan sobre las fachadas interiores de un edificio para proporcionar un aislante de alta eficiencia que absorbe carbono en lugar de producirlo.
Las placas de biocarbono mantienen las casas frescas en verano y cálidas en invierno, proporcionando también una alta capacidad de aislamiento sonoro, por lo que supone un gran ahorro en materiales de construcción. Tras alcanzar el límite de su vida útil, este material se puede triturar y enterrar para aprovechar los nutrientes en sustratos preparados para explotación agrícola.
Un material sustentable y versátil
Las placas de carbón de aire creadas por esta empresa podrían absorber varias toneladas de CO2, purificando tanto la atmósfera de las ciudades como el aire dentro de las construcciones. También absorben la humedad y funcionan como efectivos fungicidas y antibacterianos. Además, según las pruebas realizadas, contribuyen a reducir las cargas electromagnéticas y electrostáticas.
Los investigadores están explorando una gran variedad de aplicaciones como revestimiento para exteriores e incluso, mediante la mezcla con otros bioaglutinantes, se podría emplear para crear aislantes proyectados en espuma. Las pruebas realizadas han resultado muy prometedoras, demostrando que el carbono de aire puede ofrecer una gran resistencia y durabilidad.
Edificios que absorben carbono
Al igual que estos bloques ecológicos aislantes y baratos, las placas de carbono de aire suponen una gran promesa de cara hacia edificios sustentables que ayudan a limpiar el aire que respiramos. Por el momento, este material se encuentra en fase de investigación, pero esperamos que pronto pase a formar parte de los materiales de construcción que usemos habitualmente.