El hidrógeno ha conseguido posicionarse como el combustible del futuro —algo parecido a este que el Ejército ha llevado a la Antártida—. Sin embargo, acaba de encontrar una fuerte oposición en el sector, con un rival que no contamina en absoluto. Es tan eficiente y diferente, que muchos lo consideran ya como el primer motor de agua: tiene 205 CV por litro y un tipo de inyección jamás visto antes.
Un motor de agua que destroza al hidrógeno: la nueva movilidad se impone
El motor Racetech de AVL es un revolucionario motor de combustión interna que utiliza hidrógeno como combustible. AVL es una empresa austríaca líder en el desarrollo de sistemas de propulsión para la industria automotriz —de la que nos habrás oído hablar otras veces, igualmente—.
Fundada en 1948, AVL se ha convertido en el socio de referencia de los principales fabricantes de automóviles y proveedores de motores. La compañía cuenta con una amplia experiencia en el campo de los motores de combustión interna, así como en tecnologías híbridas y eléctricas.
El motor Racetech representa la apuesta de AVL por el hidrógeno como combustible del futuro para el sector del transporte. Se trata de un motor térmico optimizado para funcionar con hidrógeno, ofreciendo un excelente rendimiento y bajas emisiones contaminantes.
Así funciona este nuevo motor: nuevo tipo de inyección y 205 CV
El motor AVL Racetech es un motor de combustión interna de 4 cilindros con una cilindrada de 2 litros. Utiliza una tecnología de inyección directa de hidrógeno para maximizar la eficiencia. El diseño del motor está optimizado específicamente para la combustión de hidrógeno.
Los pistones están fabricados con una aleación especial para soportar las altas temperaturas de la combustión de hidrógeno. Las bielas y el cigüeñal también están reforzados. La culata tiene 4 válvulas por cilindro para permitir un mejor llenado y vaciado de los cilindros.
Las válvulas están fabricadas en materiales especiales resistentes al hidrógeno. El sistema de inyección directa de hidrógeno inyecta el combustible directamente en la cámara de combustión. Esto permite una mezcla más eficiente del aire y el hidrógeno, resultando en una combustión más completa.
El motor utiliza un sistema de sobrealimentación con turbocompresor y un intercooler para maximizar la potencia y el par motor. El turbocompresor permite introducir más aire en los cilindros, mientras que el intercooler enfría el aire de admisión aumentando su densidad.
La inyección directa, un impulso para el primer motor de agua
El sistema de inyección directa de hidrógeno del motor AVL Racetech es uno de sus componentes más innovadores. Utiliza inyectores de alta presión para introducir el hidrógeno directamente en la cámara de combustión (por eso decimos que es un motor de agua).
Esto maximiza la mezcla del hidrógeno con el aire y permite una combustión más eficiente. Los inyectores pueden pulverizar el hidrógeno en gotas extremadamente pequeñas, aumentando la superficie de contacto y optimizando aún más que antes la resistencia de este combustible.
A diferencia de la inyección indirecta, la inyección directa no enfría la carga de aire entrante. Esto evita la pérdida de potencia asociada con la inyección indirecta. Desde luego, es mucho más eficiente que el motor de hidrógeno convencional, incluso a ultrabajas temperaturas.
Los ingenieros de AVL Racetech pudieron diseñar inyectores capaces de resistir las altas temperaturas y presiones dentro de la cámara de combustión. Esto era clave para implementar la inyección directa de manera efectiva pero, a su vez, fue uno de los principales retos de la marca.
Como ves, este nuevo motor de hidrógeno viene a reforzar la idea de que este combustible será el que usemos en el futuro, olvidándonos casi por completo de los eléctricos. De cualquier modo, no queremos echar por tierra la innovación en un sector que, después de todo, es cero emisiones. Lo mismo podría suceder con otro medio de transporte menos convencional: conoce por qué no existen cohetes espaciales eléctricos.