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Advierten de que la ‘caza en media veda’ afecta a especies en declive cómo la codorniz común y la tórtola europea

Publicado el: 26 de agosto de 2025
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Advierten caza media veda afecta especies
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La caza en media veda es una práctica tradicional en muchos países, que se realiza durante un período limitado en verano para controlar las poblaciones de determinadas especies de aves migratorias. Sin embargo, esta práctica puede tener un impacto negativo significativo en especies como la codorniz común y la tórtola europea.

Y es que ambas especies de aves se encuentran en una situación de vulnerabilidad en su población y se enfrentan a amenazas como la pérdida de hábitat, la contaminación y el cambio climático, y la caza indiscriminada puede agravar su situación.

La codorniz y la tórtola, a merced de la caza en media veda

Como cada año, aproximadamente a mediados de agosto, se inicia el periodo de caza de la media veda en España. Durante aproximadamente un mes las autoridades competentes de las diferentes comunidades autónomas autorizan a cazar algunas especies cinegéticas, especialmente aves. Este año, es especialmente delicado debido a que gran parte de España ha sufrido una gran ola de calor y a los grandes incendios (de los cuales varios siguen activos) y han quemado más de 400.000 hectáreas en España.

Como explican organizaciones ecologistas, la media veda permite la caza en muchas de las Comunidades Autónomas de dos especies migratorias que se encuentran en un estado de declive en España y en Europa, como son la codorniz común, que lleva sufriendo un declive a largo plazo del 49%, y la tórtola europea, en con un declive del 35% en su abundancia, ambas según los datos registrados por el programa SACRE entre 2002 y 2023. Incluso en las zonas no incendiadas, la situación de sequía y altas temperaturas hacen que estas especies sean aún más susceptibles de sufrir serias bajas suplementarias por la caza.

De hecho, solicitaron, apoyados en informes técnicos y científicos, la inclusión tanto de la tórtola europea como de la codorniz común en el Catálogo Español de Especies Amenazadas y, en el caso de la codorniz, tienen activa una campaña de firmas ciudadanas para solicitar su inclusión.

En el caso de la tórtola, la Comisión Europea exigía un control adecuado para asegurar que no se sobrepasaban los límites de ejemplares abatidos. No obstante, los desoladores incendios que están presentes en España requieren a todos los agentes medioambientales y forestales dedicados a la campaña de incendios forestales. En este sentido, estos activistas ponen en duda la capacidad de muchas de las comunidades autónomas de cumplir con su obligación de hacer un adecuado control y hacer frente a la campaña de incendios, aspecto que analizará y trasladará a la Comisión Europea.

La relación entre media veda y las aves

Durante la época estival se sigue autorizando en la mayor parte del territorio español la media veda, una práctica cinegética donde se cazan cientos de miles de aves, muchas de ellas migratorias. A estas aves reproductoras se unen las que no se han reproducido, los ejemplares jóvenes que nacieron en la península ibérica y las aves que llegan de otras latitudes para posteriormente proseguir su viaje migratorio, por lo que las decisiones que se tomen aquí pueden tener efecto sobre las poblaciones reproductoras de otros países.

Ecologistas apuntan que la situación para las aves migratorias es muy complicada este año, en el que además, gran parte de las zonas de África a las que se comienzan a dirigir estas aves están sufriendo también graves incendios forestales, como se puede comprobar en el seguimiento de incendios forestales en el mundo de sistemas como el de la NASA. Así, consideran que se deben proteger las aves migratorias que cubren miles de kilómetros en sus ciclos vitales allí donde se puede operar, es decir, en España, una gran responsabilidad que tienen el país y la Unión Europea.

Además, mantienen que no se debería permitir la caza durante las olas de calor, y solicita que se consideren también días de fortuna, ya que durante esta situación climatológica las aves se encuentran extenuadas y se concentran en determinadas zonas. Aparte, los disparos y los cartuchos expulsados pueden ser causa de ignición de la vegetación más seca, en condiciones de temperatura tan elevada y reducida humedad atmosférica, como las que reinan estos días.

La propia ley de caza de 1970 en su artículo 31 prohibía cazar en los llamados días de fortuna. Es decir, «en aquellos en los que, como consecuencia de incendios, epizootias, inundaciones, sequías u otras causas, los animales se ven privados de sus facultades normales de defensa u obligados a concentrarse en determinados lugares». Esta prohibición ha sido transcrita en las legislaciones cinegéticas autonómicas posteriores.

Por otro lado, la Ley 42/2007, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad establece, en su artículo 65 que «la caza podrá ser suspendida en circunstancias que, por razones de orden biológico o sanitario lo aconsejen», lo que es aplicable a una emergencia tras un incendio en los terrenos quemados y colindantes.

Para la media veda, estas organizaciones solicitan la suspensión de la caza en media veda en un área de varios kilómetros, a determinar por las Comunidades Autónomas, alrededor de las zonas incendiadas para evitar la caza de ejemplares que han huido de las llamas. Recuerdan que el Principio de Precaución, pilar fundamental de la normativa ambiental comunitaria, debe guiar ahora, más que nunca, las actuaciones que se desarrollen en las zonas y los sistemas afectados por los incendios forestales, para que la biodiversidad no se vea más afectada aún por efectos en cascada.

Como queda reflejado en estos párrafos anteriores, la caza en media veda, si no se regula adecuadamente, puede agravar la situación de especies ya vulnerables como es el caso de estas dos aves. En este sentido, resulta fundamental promover prácticas de caza sostenibles y proteger estas dos especies con cierto ‘mimo’. ECOticias.com