Tenemos varias líneas de producto: la línea vegana, la línea ovolacteovegetariana y los productos que, además de ser ecológicos, no tienen gluten. Hablamos de empanadas, croquetas, lasañas, pizzas, etc. Con calidad y sabor “casero”. Tenemos una lína en convencional y otra en ecológico.
Carlos Muleiro es el gerente de Bio Alacena, una empresa gallega (radicada en Vigo) que distribuye en el mercado productos de cocina semielaborada y lista para hornear (croquetas, empanadas, tortillas, pizzas…). Desarrollan una cocina mediterránea y vegetariana en la que “encontramos platos sanos y ecológicos. Adaptados a los modernos tipos de alimentación”. Estuvieron en BioCultura Madrid y charlamos con Carlos, un hombre con mucho tiempo a sus espaldas en el sector alimentario.
-¿Nos puedes explicar qué es a lo que se decía Bio Alacena?
-Tenemos varias líneas de producto: la línea vegana, la línea ovolacteovegetariana y los productos que, además de ser ecológicos, no tienen gluten. Hablamos de empanadas, croquetas, lasañas, pizzas, etc. Con calidad y sabor “casero”. Tenemos una lína en convencional y otra en ecológico.
DESDE HACE 4 AÑOS
-¿Y desde cuándo os decidisteis a empezar a trabajar en el sector “bio”?
-La empresa lleva más tiempo, pero desde hace 4 años nos dedicamos también al sector “bio”. Nos pareció que el mundo “bio” encajaba con lo que era nuestra línea de siempre: calidad, sabor casero, formas tradicionales, etc. Lo auténtico, vaya, en una palabra. Nos pareció un nicho de mercado interesante. Pero, obviamente, vimos algo más que un mercado. Como digo, nuestros valores empresariales siempre han estado muy en esa línea.
-¿Viste que el sector ecológico es un sector con futuro?
-Sí. Es un sector que crece muy rápidamente. Aunque le faltan, eso sí, apoyos y ayudas de las administraciones, tanto del gobierno central como de las administraciones autonómicas. El consumo crece pero no tan rápidamente como quisiéramos. Nosotros, concretamente, vendemos en todo el estado español, en parte de Portugal y ahora empezamos a exportar al extranjero. En Galicia tenemos muchos productos artesanales que son muy buenos, pero que no son ecológicos. Hay un poco de confusión al respecto.
BIOCULTURA A CORUÑA
-Se va a celebrar también BioCultura en A Coruña… ¿Es una buena oportunidad para que aumente el consumo interno en Galicia?
-Sí, es una buena oportunidad, muy buena. La idea es ir a buscar nuevos públicos y eso siempre es muy interesante. Hay que transmitir la idea de que es una feria para el público y no para profesionales. Es importante recalcarlo, ya que Galicia no tiene tanta tradición de ferias tipo BioCultura como sí ocurre en otras comunidades autónomas. Irá muy bien si viene mucho público. Hay que esforzarse en este sentido. Hay que mover la promoción de la feria también en el norte de Portugal.
-¿Cómo ves el futuro del sector “bio” en general y también en Galicia?
-Estamos yendo poco a poco hacia lo ecológico en nuestra empresa. La idea es que, en unos años, toda nuestra producción sea orgánica. Hay que ver, claro, cómo funciona el mercado. Nosotros somos optimistas, con algunos matices. En dos o tres años esperamos producir en ecológico todos nuestros productos. Es un buen reto, ¿no?
ECOLOGÍA Y SABOR
-¿El crecimiento rápido del sector podría esconder algunos peligros?
-Aquí me gustaría explicar algunas cosas… En el sector ecológico ya hay productos que son ecológicos pero que no son muy sanos. No solo porque vengan de países lejanos. Sino porque, aunque son orgánicos, tienen muchos azúcares, muchas grasas, etc. Nosotros hacemos las cosas de la manera más natural y sana posible. Respetando los sabores tradicionales en gran medida. Vamos hacia un mercado ecológico pero no tan sano como creemos. Lo importante es que, desde la educación en las escuelas, se fomenten los hábitos saludables, la cocina ecológica y la forma de alimentarse tradicional. Y es importante que nuestro sector no acabe prostituyéndose…
-¿Cuál es la joya de la corona en su empresa?
-Yo te diría que las croquetas. Las vendemos en todas partes, en muchos restaurantes, por ejemplo. Y no nos las compran porque sean ecológicas. Algunos de ellos ni lo explicita en los menús. Las compran porque tienen un sabor muy auténtico y porque son sanas, además de ecológicas. Cada vez se busca más la calidad y la salud. Y ahí nuestras croquetas, igual que otros de nuestros productos, dan el do de pecho. Más allá de que sean ecológicas…
LO “BIO” EN LA GRAN DISTRIBUCIÓN
LA PALABRA DEL QUE SABE
-¿Cuál es su opinión al respecto de que los alimentos “bio” estén en las grandes superficies?
-Interesante pregunta… Este un fenómeno que no hay quien lo pare. Va a ser así y punto. No hay discusión. Nos gustará más o menos, pero el proceso está ahí. Tiene sus ventajas y sus desventajas. Otra cosa es si para algunas empresas como la nuestra es conveniente estar ahí o no. Yo creo que hay que ser muy prudente. Podría ser una buena opción, más allá de las condiciones económicas de cada empresa en concreto. Pero el problema, para algunas empresas como la nuestra, y hablo con conocimiento de causa, pues he pasado por varios puestos en diferentes firmas, es que la gran distribución te pide un gran compromiso… de producción, de tecnología, de entregas, de maquinaria, de staff, etc. Se ha dado el caso de productores que se han hipotecado para poder suministrar grandes cantidades a empresas grandes y luego la firma ha modificado sus condiciones y/o ha cerrado y tú te has quedado, con perdón, “con el culo al aire”. Puede ser que, a pesar de los cantos de sirena, para ciertos proveedores el negocio no sea tan redondo. O puede que sí. Cada uno tiene que tomar sus decisiones. Pero hay riesgos. ¿Conviene asumirlos? Por otro lado, es de esperar que el sector alimentario convencional copie del sector “bio” no solo el pasarse a una producción limpia, sino también a un comercio limpio y digno, para que todos podamos vivir.
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