Día Internacional de la Acción por el Clima 2024: Ayuda en Acción avisa de los efectos del cambio climático sobre las personas. Bajo el lema “Personas que rompen récords. Récords que rompen personas”, Ayuda en Acción persigue como objetivo la sensibilización frente a las consecuencias del cambio climático en las comunidades en situación de vulnerabilidad. Ayuda en Acción llama la atención sobre el hambre, la pobreza y la migración que provocarán los fenómenos climáticos extremos que se experimentarán en todo el mundo.
En un año que se batirán récords climáticos, Ayuda en Acción presenta la campaña “Personas que rompen récords. Récords que rompen personas”, con el objetivo de sensibilizar frente a las consecuencias del cambio climático en las comunidades en situación de vulnerabilidad. Los recientes sucesos climáticos del sur de Brasil, con más de 30.000 desplazados por las inundaciones, o la ola de calor en Asia, que ha dejado sin colegio durante semanas a más de 30 millones de niños, son solo algunos de los últimos ejemplos de lo que todos los organismos internaciones oficiales llevan tiempo alertando: en 2024 el clima experimentará fenómenos extremos que afectarán a millones de personas en todo el mundo provocando hambre, pobreza y migraciones forzosas. El 15 de mayo, Día Internacional de la Acción por el Clima 2024, la organización hace esta llamada de atención poniendo el foco en las consecuencias del cambio climático en las personas más vulnerables.
“La crisis climática es sin duda uno de los principales retos de nuestro tiempo, un desafío para nuestro planeta y para quienes lo habitamos. Provoca desplazamientos masivos, agrava la crisis alimentaria, reduce las oportunidades económicas, aumenta la pobreza y, en definitiva, pone en peligro la vida de millones de personas. En esta campaña, queremos mostrar las consecuencias del cambio climático sobre las personas en situación de vulnerabilidad, que son las que más sufren: inseguridad alimentaria y nutricional, movilidad humana forzosa y crisis humanitarias”, señala Jorge Cattaneo, director adjunto de Ayuda en Acción. “Para contarlo, aprovechando la coyuntura que nos ofrece este año con cita deportiva a nivel mundial, vamos a hablar de récords, pero no de récords deportivos, sino de esos otros récords que afectan de verdad y de manera dramática a la vida de las personas”, añade.
Récords en cambio climático y sus efectos sobre las personas en situación de vulnerabilidad
Las noticias sobre los nuevos récords del cambio climático se suceden cada día con tanta velocidad que, probablemente, cuando estés leyendo esto, ya se hayan batido alguno de ellos, con gravísimas consecuencias para las personas en situación de vulnerabilidad.
- Acabamos de experimentar un periodo de 12 meses con una temperatura de más de 1,5 °C por encima del periodo de referencia preindustrial.
- La temperatura promedio del aire en febrero fue de 13,54ºC a nivel global. Esa temperatura supera el promedio para febrero del periodo entre 1991 y 2020 y el anterior récord del mes de febrero más cálido, registrado en 2016.
- Un clima extremadamente cálido afectó a prácticamente todo el mundo provocando que en la Antártida se registrase la menor cantidad de hielo de la historia, tanto en verano como en invierno.
- Cada día de 2023 se registró una temperatura de la superficie del mar más alta en comparación con los registros anteriores para esa misma época del año. Estas temperaturas elevadas constituyen una amenaza para la vida marina (afectando a las comunidades que viven de ella), incrementan la intensidad de las tormentas (provocando pérdida de hogares y medios de vida y, por tanto, migración forzosa) y contribuyen al calentamiento de la atmósfera (produciéndose una pérdida continua de cosechas por el empobrecimiento del suelo y la sequía).
- El año también estuvo caracterizado por el comienzo de El Niño, un fenómeno asociado con un calentamiento adicional que se espera alcance su punto máximo en 2024.
- En Europa, el cambio climático es el responsable de incrementos de la mortalidad relacionada con el calor (sobre todo entre las mujeres), las enfermedades infecciosas emergentes, los cambios en las temporadas de polen alergénico, el aumento de la sequía, la inseguridad alimentaria y la escasez de agua, según un reciente estudio de la revista The Lancet Public Health.
- Hoy en día 183 millones de personas se encuentran en situación de estrés alimentario, lo que significa que podrían caer una grave inseguridad alimentaria si los países que las acogen sufren otro shock (conflictos, epidemias, sequías, inundaciones, etc.). El 71% de estas personas se distribuyen en una treintena de países de África.
Lo peor está por venir: hambre y cambio climático
Pero si la situación a día de hoy es preocupante, lo que las organizaciones internacionales pronostican para un futuro no muy lejano es aún peor.
- Según los últimos datos publicados por Naciones Unidas, 735 millones de personas sufren hambre en el mundo en la actualidad, una cifra que podría aumentar en 80 millones más en las próximas décadas por los efectos de la crisis climática.
- Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), si no se hace nada, 600 millones de personas más podrían pasar hambre en 2080.
- Un informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) señala que hasta 3,2 mil millones de personas podrían verse afectadas por la escasez de agua debido al cambio climático para el año 2050. Esto impactará directamente en la agricultura y la disponibilidad de alimentos.
- Las regiones más vulnerables a los impactos del cambio climático, como África subsahariana y el sur de Asia, son las que experimentarán un aumento significativo en la inseguridad alimentaria. Se estima que hasta 132 millones de personas adicionales podrían enfrentar inseguridad alimentaria para 2030 (Fuente: Banco Mundial).
“Los cambios en los patrones de precipitación y temperatura afectan la producción agrícola y la disponibilidad de alimentos. Las comunidades rurales y urbanas vulnerables enfrentan escasez de alimentos, aumentando la malnutrición y la hambruna. Además, la degradación de los recursos naturales dificulta aún más la producción de alimentos, lo que resulta en precios más altos y menos disponibilidad para aquellos que ya están luchando por satisfacer sus necesidades básicas”, explica Eduardo Reneses, asesor de Crecimiento Económico de lAyuda en Acción. Por ello, en Ayuda en Acción “nos enfocamos en la adaptación de modelos productivos, capacitando a agricultores y productores para implementar prácticas sostenibles que se ajusten a estos nuevos desafíos. Desarrollamos cadenas de valor sostenibles y adaptadas a cada contexto (cacao, miel, mijo…), fomentamos la innovación y el desarrollo de soluciones adaptadas para maximizar nuestro impacto poniendo en valor el papel de las mujeres en la economía de sus comunidades”, indica.
Pobreza extrema y cambio climático
- Según la ONU, alrededor del 70% de las personas que viven en condiciones de pobreza extrema dependen de la agricultura y están más expuestas a los impactos del cambio climático, como sequías, inundaciones y aumento de la temperatura.
- Si no se adoptan medidas urgentes, el cambio climático podrían sumir en la pobreza a otros 100 millones de personas para 2030 (Banco Mundial).
- La economía mundial está abocada a una reducción media del 19% hacia mediados de siglo debido al calentamiento global.
- Se prevé que los países menos responsables de esta crisis sufrirán una pérdida de ingresos un 60% mayor que la de los países de mayores ingresos y un 40% mayor que la de los países con mayores emisiones.
“Las crisis impactan en primer lugar a las personas más vulnerables y pueden dejar a familias sin cubrir sus necesidades básicas de un día para otro. Además, el cambio climático modifica los sistemas económicos de las comunidades que se enfrentan a pérdidas de cultivos y destrucción de ecosistemas, lo que socava sus medios de vida”, comenta Benjamin Thiberge, responsable de la Unidad de Acción Humanitaria. “En Ayuda en Acción respondemos a las necesidades humanitarias de las poblaciones afectadas por desastres humanos y/o naturales y empoderamos a las comunidades para enfrentar los impactos del cambio climático y fortalecer su resiliencia que es fundamental para garantizar su subsistencia y un futuro sostenible. Combinamos distintos tipos de respuestas (ayuda humanitaria, adaptación y desarrollo de una economía verde) lo que además de ayudar a mitigar los efectos adversos del cambio climático, impulsa también el desarrollo económico a largo plazo en las comunidades vulnerables”.
Migrantes climáticos y cambio climático
- Los migrantes climáticos han aumentado en un 40% en los últimos 20 años: entre 20 y 25 millones de personas se ven obligadas a desplazarse cada año como consecuencia de inundaciones, tormentas, huracanes, o el avance de la desertización allí donde vivían.
- Según el Banco Mundial, si no se hace nada, 143 millones de personas podrían convertirse en refugiados climáticos para 2050. Tres regiones del mundo se verán más afectadas: África subsahariana, América Latina y sur de Asia.
- El informe Gronduswell del Banco Mundial (2021) apunta a que la región latinoamericana podría registrar 17 millones de refugiados en tres décadas. Actualmente es el cuarto lugar del mundo en la lista de mayores migraciones por eventos climáticos.
Ayuda en Acción, presente en 18 países en todo el mundo, ha sido testigo durante las últimas décadas de cómo la crisis climática ha exacerbado la migración forzosa, haciendo que las personas tengan que abandonar sus tierras debido a la destrucción de infraestructuras, la pérdida de medios de subsistencia y la falta de recursos básicos. El trabajo de la organización en estos lugares se centra en dar apoyo en todo su recorrido a las personas desplazadas forzadas, en su origen, tránsito, destino y retorno.
“Trabajamos con las comunidades para anticiparnos a las crisis, prepararlas para mitigar cualquier efecto, pero también apostamos por la ayuda humanitaria y la protección para cubrir la necesidades más inmediatas e imprescindibles de las personas en tránsito, por acciones de generación de arraigo en origen y en el retorno y por acciones de integración socioeconómica en destino”, indica Diego Lorente, coordinador de los programas de Migraciones de la organización para América Latina.
En grave peligro la vida a miles de millones de personas en todo el mundo
“En nuestro trabajo constante desde hace más de 40 años en Latinoamérica, África y Europa hemos constatado que las necesidades de las comunidades más vulnerables están cada vez más relacionadas con los efectos del cambio climático”, señala Jorge Cattaneo, y añade: “No podemos seguir siendo espectadores pasivos de estos nuevos récords, porque estos récords están rompiendo la vida a miles de millones de personas en todo el mundo. Necesitamos actuar ya”.