La cadena montañosa de los Pirineos es la frontera natural que separa la península Ibérica del resto de Europa. Tiene una extensión, entre España y Francia, de más de 430 km y su altura sobrepasa los 3,400 metros. Hay caminos extensos que cruzan toda la extensión de la cadena, pero existen senderos más cortos y accesibles dentro de los Parques Nacionales.
Desde hace muchos años los expertos alertan de los nefastos efectos que el cambio climático tendrá sobre los Pirineos:, el principal de los cuales está relacionado con la subida de las temperaturas y la falta de lluvias, lo que implica que se podría incrementar el número e intensidad de los incendios forestales en la zona.
Pirineos navarros y su lucha contra el cambio climático
El Departamento de Cohesión Territorial, a través de la Dirección General de Ordenación del Territorio, ha firmado un convenio con la sociedad pública Nasuvinsa para formar parte del proyecto ‘Hacia una zona de montaña transfronteriza resistente al clima en los Pirineos’. El departamento aportará 231.718 euros, que financiarán el 40% de los gastos hasta 2031.
El proyecto Life CC Pyrenees tiene como objetivo implantar la primera estrategia transfronteriza de cambio climático en Europa. Participan Navarra, Aragón, Euskadi, Nueva Aquitania y Occitania (Francia) y Andorra, cubriendo 254.766 kilómetros cuadrados, con una población de 23,5 millones de habitantes. Están integrados también los representantes de los ministerios de Transición Ecológica de España y Francia.
El director general de Ordenación del Territorio, José Antonio Marcén, ha confirmado que el proyecto se articula en torno a cinco pilares principales: comprender los impactos climáticos; aumentar las áreas naturales resilientes; adaptar la economía de montaña; proteger a la población y el territorio y mejorar una nueva gobernanza.
Marcén ha insistido en que, en el escenario actual, la inclusión del cambio climático y sus efectos en la ordenación del territorio “es fundamental”. Además de la repercusión del clima en la salud, la seguridad alimentaria y la biodiversidad “es imprescindible que los procesos de planificación territorial incorporen tanto los riesgos climáticos como los fenómenos atmosféricos extremos”, ha concluido el director general de Ordenación del Territorio.
A través del Observatorio Pirenaico de Cambio Climático (OPCC) de la Comunidad de Trabajo de los Pirineos (CTP), la estrategia se centra en los Pirineos, con uno de los mayores valores de biodiversidad de Europa y donde el cambio climático está produciendo impactos en los recursos naturales y las actividades económicas.
Los objetivos específicos del proyecto se centran en mejorar la resiliencia de los Pirineos al cambio climático como elemento sustancial para potenciar también la resiliencia de los territorios conectados. Se pretende, además, fortalecer la implementación de las políticas europeas, las políticas de estado climático de España, Francia y Andorra y las estrategias climáticas regionales en los Pirineos a través de la cooperación territorial.
Entre los objetivos específicos del proyecto figura incluir la adaptación a la montaña en la ordenación territorial e integrar la política de cambio climático en otras políticas sectoriales a nivel de los Pirineos en aspectos como la biodiversidad, el suelo, el sector primario, la despoblación, el turismo, la gestión del agua y la gestión forestal.
La Comunidad de Trabajo de los Pirineos es un organismo interregional de cooperación transfronteriza, creado en el año 1983, del que forman parte las colectividades territoriales que coexisten a lo largo de la cadena de los Pirineos. La participación de Navarra en este organismo se articula institucionalmente a través del Departamento de Memoria y Convivencia, Acción Exterior y Euskera y la Dirección General de Acción Exterior, aunque con un enfoque muy interdepartamental según cada iniciativa, proyecto o línea de trabajo.
