Tal como explica Seat, la firma se propuso disminuir un 25% su impacto ambiental en el periodo 2011-2018, reto que cumplió con dos años de antelación, por lo que la marca se fijó el objetivo de disminuir un 50% su impacto para 2025.
La marca automovilística Seat invirtió en 2017 alrededor de seis millones de euros en proyectos de sostenibilidad, lo que le ha ayudado a disminuir su impacto ambiental en un 35% en los últimos siete años, según ha asegurado la compañía en un comunicado.
Tal como explica Seat, la firma se propuso disminuir un 25% su impacto ambiental en el periodo 2011-2018, reto que cumplió con dos años de antelación, por lo que la marca se fijó el objetivo de disminuir un 50% su impacto para 2025.
En este sentido, la compañía desarrolla planes enmarcados en la iniciativa ‘Ecomotive Factory’, que forma parte de la estrategia Producción, Calidad y Equipo (PQT, por su siglas en inglés) diseñada para mejorar la productividad y la calidad en las plantas de Martorell (Barcelona) y de Seat Componentes.
La firma destaca que, en comparación con la media de los fabricantes del sector de la automoción en Europa, Seat consume aproximadamente la mitad de energía para producir un vehículo, así como un 23% menos de agua. Además, la compañía emite un 65% menos de dióxido de carbono (CO2).
Una de las mayores iniciativas en términos de medio ambiente es Seat al Sol, «la planta solar más grande de la industria automovilística en Europa», que cuenta con 53.000 paneles.
Además, entre los proyectos más recientes se encuentra la instalación en sus instalaciones de Martorell de un pavimento que reduce la contaminación en un 40%. Se trata de losas de hormigón a las que se les aplica dióxido de titanio que, en contacto con elementos contaminantes y, a su vez, con luz y oxígeno, desencadenan una reacción química que descompone las partículas contaminantes.
