Según el estudio, los factores más importantes en términos de salud son la duración de las olas de calor, la humedad relativa y la temperatura mínima durante la noche; ésta última evita la recuperación de las altas temperaturas diurnas, produciendo pérdida de sueño y agravando el resto de efectos sobre la salud. Por su parte, la elevada humedad obstaculiza la sudoración, evitando la refrigeración natural del cuerpo.
El estudio contempla varios escenarios climáticos, pero todos ellos muestran resultados similares. Por ejemplo, en la zona mediterránea el número de días que dura una ola de calor se incrementará a 6-24 días entre 2021 y 2050, y a 27-67 días entre 2071 y 2100. Por su parte, el número de veces que se producirá la combinación de días calurosos (temperaturas por encima de 35ºC) y noches tropicales (temperaturas por encima de 20ºC) se incrementará en toda la región mediterránea.
La ola de calor que se produjo en 2003 causó más de 70.000 muertos en toda Europa, afectando especialmente a ancianos, niños y adultos con problemas respiratorios o cardiovasculares. Con los cambios previstos en el estudio, se estima que este tipo de eventos catastróficos será más frecuente a lo largo del presente siglo.
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