El recurso fue interpuesto originalmente en 2009 por la Asociación de Transporte Aéreo de América y por las compañías American Airlines, Continental Airlines y United ante la justicia británica. Los jueces han preguntado al Tribunal de Luxemburgo sobre la interpretación del derecho comunitario.
Las compañías aéreas norteamericanas sostienen que la norma de la UE que incluye a la aviación civil en el sistema de comercio de emisiones vulnera varios principios de derecho internacional y numerosos acuerdos y convenios internacionales (multilaterales y bilaterales) y, en consecuencia, es contraria al derecho de la Unión.
En particular, la asociación de transportistas aéreos y las tres aerolíneas americanas subrayan que la Unión aplica su régimen de comercio de derechos de emisión a los segmentos de los vuelos con destino u origen en la Unión realizados fuera del espacio aéreo de los Estados miembros de la Unión. De este modo, consideran que el sistema establecido para las aeronaves no es válido y que las instituciones de la Unión no tenían competencias para adoptarlo.
Además, alegan que el sistema de la Unión no tiene en cuenta los derechos de países terceros a introducir su propio sistema de comercio de derechos de emisión sin dar lugar a una regulación múltiple. También denuncian que el sistema establecido constituye un gravamen a la entrada/salida y un impuesto sobre el consumo de combustible.
La UE ha replicado que la inclusión del transporte aéreo en la directiva de comercio de emisiones no contraviene ninguna norma internacional.
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