A lo largo de esta semana se observa un comportamiento anormal. Los registros de emisiones europeos han estado cerrados desde el día 28 de junio para que las operaciones de transformación de derechos de emisión de la fase II a derechos de la fase III ocurrieran sin sobresaltos. Este hecho, fue algo que no introdujimos en nuestro análisis de la semana pasada.
De este modo, se observa una reducción importante de la liquidez, en el mercado spot. Su impacto se traduce en una presión negativa de los precios de los derechos de emisión, al contrario de lo que habíamos previsto. Podemos dividir el comportamiento del mercado en dos momentos distintos, uno antes de la votación de este miércoles 3 de julio, y otra después de la votación.
Momentos antes, el mercado comenzó a ceder terreno operando en los vencimientos a final de este año en valores próximos a 4 €/tn. Por lo general, la propuesta del backloading fue aprobada (al contrario de lo que esperábamos). No obstante, algunas de las enmiendas fueron rechazadas y por breves instantes el mercado colapsó, registrando en los futuros, valores alrededor de 3,25 €/tn. El mercado corrigió inmediatamente recuperando todo el terreno perdido y añadiendo más de 1 €/tn.
Aún es prematuro sacar conclusiones definitivas sobre el resultado de la votación del parlamento europeo (344 votos a favor y 311 en contra). Es por eso que, podemos esperar que habrá a lo largo de las próximas semanas una negociación a tres bandas entre parlamento, consejo europeo y comisión europea. El resultado parece más prometedor, y por eso soporta el precio. Continuamos a afirmar que la clave aun reside en Alemania, que no tomará una posición definitiva hasta septiembre, y solo después de las elecciones federales. Esperamos que el mercado se comporte de forma lateral a lo largo de la semana, hasta que se vuelvan más claros los próximos pasos en los pasillos de Bruselas.
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