El responsable de Innovación y Desarrollo de Servicios Energéticos de Gas Natural Fenosa, Ramón Silva, ha destacado este miércoles que la transformación de salas de calderas de calefacción de gasóleo o propano a gas natural permite reducir las emisiones de CO2 en un 46 por ciento. Ha participado en la primera sesión del seminario titulado ‘La reducción de las emisiones difusas: alternativas energéticas’, en Zaragoza.
Han inaugurado el seminario la directora general de Calidad Ambiental, Pilar Molinero, y el director eneral de la entidad organizadora, la Fundación Gas Natural Fenosa, Martí Solà, y la clausura ha corrido a cargo del consejero de Industria e Innovación del Gobierno de Aragón, Arturo Aliaga.
En su intervención, Ramón Silva ha presentado varios casos prácticos de éxito en el transporte y la vivienda. En relación al sector del transporte, frente a combustibles convencionales, el uso del gas natural reduce en más del 85 por ciento las emisiones de óxidos de nitrógeno y de partículas en suspensión, principales contaminantes que afectan a la calidad del aire en las ciudades, y en torno a un 20 por ciento las emisiones del CO2, principal gas de efecto invernadero que genera el cambio climático.
En la jornada, que ha reunido a más de 150 profesionales, se han analizado las diferentes alternativas energéticas en la reducción de emisiones y su coste económico asociado. Así mismo, se ha informado de los programas de ayuda del Gobierno de España y se ha debatido sobre la importante labor que pueden desarrollar las empresas de servicios energéticos en este terreno. En la segunda parte del seminario, se ha dado a conocer la experiencia británica.
El coordinador del Área de Redes Inteligentes Sostenibles en la Universidad Pontificia Comillas, Pablo Frías, ha presentado un estudio sobre el coste y beneficio de cada una de las alternativas de mitigación de las emisiones difusas en España, basado en un informe realizado por Economics for Energy.
Este estudio contempla distintas acciones concretas, tales como la incorporación de vehículos más eficientes al parque automovilístico, las inversiones en iluminación y climatización o el cambio modal en el transporte.
HOJA DE RUTA
El subdirector general de Coordinación de Acciones frente al Cambio Climático de la Oficina Española de Cambio Climático (OECC), Eduardo González, ha explicado que aunque se han puesto en marcha actuaciones para abordar en 2020 los objetivos definidos en los sectores difusos (planes PIMA, proyectos CLIMA y el lanzamiento del registro de huella de carbono), son necesarias medidas adicionales.
Para ello, la OECC está trabajando en una hoja de ruta que contempla aspectos de reducción de emisiones, de actividad económica y de generación de empleo.
El director del Departamento de Crecimiento Económico de la Embajada del Reino Unido en España, Matthew Desoutter, ha expuesto las políticas sectoriales que más éxito han tenido y cómo el debate público y político generado condujo en 2006 a la aprobación de la Ley del Cambio Climático.
Esta ley estableció los llamados presupuestos de carbono, en un contexto europeo e internacional donde los efectos del cambio climático se notan cada vez con más intensidad y el reto de gestionar las emisiones sin dañar la competitividad de las economías cobra cada vez más importancia.
Por su parte, el director del Departamento de Medio Ambiente del Grupo SAMCA, José Antonio García Anquela, ha presentado el caso práctico de la Terminal Intermodal de Monzón (Huesca) y cómo este centro logístico de intercambio de mercancías, en el contexto del sector del transporte en España, ha reducido las emisiones de gases de efecto invernadero.
Finalmente, la jefa del Servicio de Cambio Climático y Educación Ambiental del Gobierno de Aragón, Matilde Cabrera, ha dado cuenta de la Estrategia Aragonesa de Cambio Climático y Energías Limpias (EACCEL), que desde el año 2009 es el documento de referencia para la sociedad aragonesa en materia de cambio climático tanto en adaptación como en mitigación en los sectores difusos. En el desarrollo de la EACCEL, se estima evitar anualmente 8.175 toneladas de CO2 equivalente fundamentalmente con medidas de ahorro de combustible y de consumo energético.
ep
