Una bomba solar transportable es la solución a la sequía. Ofrece 5.000 litros de agua potable diarios y sin baterías. La sequía es un fenómeno natural caracterizado por la escasez prolongada de agua causada principalmente por la falta de precipitaciones, altas temperaturas, cambios climáticos y prácticas humanas insostenibles. Sus consecuencias afectan a las cosechas, la biodiversidad, los animales (como los pinzones de las Galápagos) y el ser humano. La pérdida de plantas y especies animales, hambruna y conflictos socioeconómicos aparecen ante la instauración de épocas de sequía.
Uno de los primeros sectores a los que afecta es al de los cultivos, ocasionando pérdidas que derivan en una reducción de la producción agrícola, la pérdida de ingresos para los agricultores y la escasez de alimentos. El resultado es inseguridad alimentaria y hambruna. También provoca la pérdida de biodiversidad, desertificación y modificaciones en los patrones de migración y reproducción de especies.
Asimismo, la sequía puede incrementar el riesgo de incendios forestales recreando condiciones secas y combustibles más inflamables, como vegetación muerta y seca. La escasez de agua puede ser fatal para comunidades enteras, ocasionar restricciones en el suministro de agua e incrementar el riesgo de enfermedades relacionadas con el agua. Bajo estas circunstancias, una bomba solar transportable parece ser la solución a la sequía con el aporte de 5.000 litros de agua potable diarios.
Bomba solar transportable: la solución definitiva a la sequía
Unos investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) en Estados Unidos desarrolló una nueva desaladora que transforma el agua salada en dulce. Su impulso proviene enteramente de la energía solar y promete revolucionar el acceso al agua potable. Una tecnología que resalta por su capacidad para generar agua apta para consumir sin depender de fuentes de energía externas, como una red eléctrica, y su innovador diseño, que deja de lado otros costosos sistemas de almacenamiento, como baterías.
El sistema que proponen elimina la sal a un ritmo que reacciona rápidamente a los cambios sutiles de la luz solar. Esto quiere decir que, conforme la luz del sol aumenta, el dispositivo acelera la desalinización y va ajustando de manera automática el proceso frente a cualquier variación repentina de luz. Por ejemplo, baja su ritmo si pasa una nube pasajera y lo acelera cuando el cielo se despeja.
Con esto, maximiza su rendimiento para generar importantes cantidades de agua durante el día. “Las tecnologías de desalinización tradicionales requieren una potencia constante y necesitan almacenamiento en baterías para suavizar una fuente de energía variable como la solar. Al variar continuamente el consumo de energía en sincronía con el sol, nuestra tecnología utiliza directa y eficientemente la energía solar para producir agua», expuso vía comunicado Amos Winter, catedrático del MIT y uno de los investigadores.
Crean una bomba solar para acabar con la sequía
Por ahora, los ingenieros del MIT subrayan que ya han probado un prototipo a escala comunitaria en pozos de aguas subterráneas de Nuevo México (Estados Unidos) por un periodo de 6 meses. Durante ese tiempo, ha operado en condiciones meteorológicas y con tipos de agua variables. El invento aprovechó de media más del 94% de la energía eléctrica producida por sus paneles solares en ese periodo de prueba. Hizo esto para producir hasta 5.000 litros de agua potable al día, algo que se hizo posible pese a las fluctuaciones en el clima y la disponibilidad de la luz solar, que demuestra la robustez y eficiencia del sistema.
Aunque este invento ha arrojado muy buenos resultados, los ingenieros planean seguir con las pruebas y ampliar el sistema con el propósito de algún día abastecer a comunidades más grandes. El estudio de los ingenieros fue publicado en la revista Nature Water. En definitiva, la solución a la demoledora sequía podría estar en una bomba solar transportable, aunque otros consideran que también podría estar en este cubo que ofrece 750 litros por hora.
