Un material milagroso nos hará ahorrar 200 millones de MWh de energía. Es rojo y posee un nombre kilométrico. El ahorro energético es un tema que preocupa al mundo entero. La crisis de recursos y la necesidad de tener energía en todos los ámbitos de la vida hace que el ahorro energético sea tan importante que hasta tenga un día dedicado para él.
Un grupo de científicos ha sacado a la luz un estudio que podría cambiar el mundo. Hace un tiempo, apareció un análisis similar que generó escepticismo, pero advierten que ahora se ha demostrado mucho más.
Puede que estemos a punto de pasar de una era a otra en términos energéticos, algo especialmente importante debido a la transición por la que está pasando la humanidad.
Este material milagroso con nombre kilómetro tiene al mundo alerta
Los investigadores aseguran que tienen en sus manos un material superconductor que funciona tanto a una temperatura como a una presión lo suficientemente bajas como para utilizarlo en situaciones prácticas.
Supone un importante progreso que los expertos han perseguido durante más de un siglo: desarrollar un material capaz de transmitir electricidad sin resistencia y pasar campos magnéticos alrededor del material.
Su revelación podría ocasionar redes eléctricas que transmitan energía sin interrupciones, llegando a un ahorro de hasta 200 millones de megavatios hora, que en la actualidad se pierden por motivo de la resistencia. También podría contribuir a la fusión nuclear, un procedimiento muy esperado que produciría energía ilimitada.
Un material milagroso con nombre kilométrico llega para romper con los parámetros impuestos
También se ha sugerido otras aplicaciones que tienen que ver con trenes flotantes de alta velocidad y nuevos tipos de equipos médicos.
Ranga Dias dirige un equipo que informó con anterioridad acerca de la creación de dos materiales ligeramente menos innovadores, pero también superconductores, en artículos publicados en Nature y Physical Review Letters.
El artículo de Nature terminó siendo retractado por los editores de la revista, en un contexto cargado de preguntas sobre el enfoque de los científicos. En esta ocasión, el profesor Dias y el resto del equipo aseguran que han tomado las medidas pertinentes para evitar que las críticas de antaño se repitan.
Los científicos validaron el documento antiguo con nuevos datos recopilados fuera del laboratorio, observando qué pasaba en vivo y emprendiendo un método parecido para el nuevo estudio. El nuevo material se describe en un artículo, “Evidence of near-ambient superconductivity in a N-doped lutetium hydride” (“Evidencia de superconductividad cercana al ambiente en un hidruro de lutecio dopado con N”) publicado en Nature.
Fue apodado con el nombre de “reddmatter”, por su color y como guiño a un material de Star Trek. Este nombre surgió en el proceso de creación, cuando los expertos se dieron cuenta de que cambió de color hacia un color “muy rojo brillante”.
Un nombre kilómetro marca el material milagroso famoso en todo el mundo
El profesor Dias y su equipo desarrollaron el material tomando un metal de las tierras raras llamado lutecio y realizando una mezcla con hidrógeno y una pequeña parte de nitrógeno. Después, esperaron a ver cómo reaccionaban durante dos o tres días, conservándolos a altas temperaturas.
El compuesto resultante salió en color azul intenso. Sin embargo, el proceso no terminó aquí. Siguieron presionando con una presión muy alta, cuando cambió de azul a rosa al alcanzar la superconductividad. Tras esto, volvió al color rojo intenso en su estado metálico no superconductor.
Lo que está pasando con este material milagroso no lo habíamos visto antes
Para que funcione, el material necesita ser calentado a 20,5 grados centígrados y comprimido a aproximadamente 145 000 psi todavía. Sin embargo, este proceso no es tan intenso como otros a los que deben ser sometidos materiales similares, incluidos los anunciados en 2020 por el profesor Dias.
Este modelo es lo suficientemente práctico como para que los especialistas involucrados en el artículo señalen que marcará una nueva etapa.
“El camino hacia la electrónica de consumo superconductora, las líneas de transferencia de energía, el transporte y las mejoras significativas del confinamiento magnético para la fusión, es ahora una realidad,” alegó el profesor Dias en un comunicado. “Creemos que ahora estamos en la era moderna de los superconductores”.
Entre sus aplicaciones prácticas podríamos incluir la utilización del material para acelerar la creación de las “máquinas tokamak”, que se están desarrollando para el alcance de la fusión nuclear.
Quién diría que un material milagroso con nombre kilométrico iba a causar semejante revolución, casi la misma que ocasionó el dispositivo que capta la luz y la transforma en energía renovable.