Las organizaciones sindicales convocantes, UGT, CCOO y CSIF, denuncian que la situación actual del Cuerpo de Agentes Forestales de la Comunidad de Madrid es insostenible y se ve agravada en estos momentos al inicio de la campaña INFOMA 2025 de lucha contra los incendios forestales.
Un año más, el panorama al que se enfrentan los agentes y por ende los montes madrileños es muy preocupante, no hay agentes forestales suficientes para cumplir con los compromisos fijados en los acuerdos vigentes y cubrir el servicio las 24 horas de los 7 días de la semana.
Esta situación les avoca en muchos casos a realizar las guardias de incendios forestales y a responder ante emergencias en solitario, llegando al caso de quedarse algunas Comarcas Forestales descubiertas y sin agentes. Los procesos selectivos se eternizan, lo que supone que la cantidad de personal se mantiene, además de un maltrato evidente a los opositores que hipotecan hasta cuatro años o más de su vida para intentar acceder al Cuerpo.
¿Cómo enfrentará Madrid la temporada de incendios estivales?
Unos doscientos agentes forestales de la Comunidad de Madrid se han concentrado frente a la Consejería de Medio Ambiente para pedir al consejero Carlos Novillo la apertura de una negociación para atajar la falta de efectivos, las deficiencias de sus oficinas y la actual gestión operativa que consideran «un caos».
La protesta de este lunes ha sido convocada por CSIF, CCOO y UGT porque la situación actual del cuerpo de agentes forestales de la Comunidad de Madrid es «insostenible» y se ve agravada en estos momentos al inicio de la campaña Infoma 2025 de lucha contra los incendios forestales.
La campaña estival se presenta «complicada» porque hay mucha vegetación herbácea, lo que hace que los incendios se extiendan rápidamente al principio y sea difícil sofocarlos en los primeros 15 minutos, máxime si no hay agentes desplegados por el monte para vigilar y evitar esos primeros conatos, según el responsable de agentes forestales de CSIF Madrid, José María Bermúdez.
Según CSIF, el Gobierno autonómico se comprometió a que este año habría 453 agentes forestales en la Comunidad de Madrid, pero la realidad es que son 246, un número con el que resulta «imposible» cubrir el servicio las veinticuatro horas de los siete días de la semana y que conlleva, en la práctica, «la desprotección del medio ambiente madrileño», ha añadido Bermúdez.
Ello les obliga, en muchos casos, a hacer las guardias de incendios forestales y a responder ante emergencias en solitario «exponiéndose a riesgos inasumibles», llegando al caso de quedarse algunas comarcas forestales descubiertas y sin agentes, aseguran los convocantes.
Tras más de ocho años de reclamaciones, siguen esperando la elaboración de un plan de nuevas oficinas comarcales, con un presupuesto suficiente para subsanar las deficiencias de un gran número de dependencias que están «obsoletas y anticuadas» y no reúnen las dimensiones, la distribución y las dotaciones necesarias.
El problema es realmente serio
Algunas oficinas detallan los sindicatos, incumplen las normas básicas de riesgos laborales para constituirse en lugar de trabajo, por falta de agua potable, el riesgo de cáncer por exposición al radón -alguna de ellas triplica los límites fijados por la OMS-, el incumplimiento de los planes de emergencia y evacuación o la falta de zonas de descanso adecuadas para los agentes forestales.
Para los promotores de la movilización, la Administración elude sus responsabilidades e impone sus criterios a través de notas interiores e instrucciones, sin negociación alguna, aplicando «una interpretación sesgada y restrictiva de las normas» que regulan su jornada y horario establecidas en los acuerdos firmados.
«Los procesos selectivos en Madrid se eternizan», lo que supone «un crecimiento de efectivos neto prácticamente nulo» y «un maltrato» a los opositores que hipotecan años de su vida para intentar acceder al cuerpo, apuntan los sindicatos.
Precisan que se ha creado e implantado una escala técnica en blanco, que a día de hoy y ocho años después de su creación sigue sin funciones definidas, lo que lleva a una situación de «estancamiento profesional». EFE / ECOticias.com