El convenio sobre la protección del medio marino del Atlántico Nordeste, o convenio OSPAR, suscrito en París el 22 de septiembre de 1992, fue el resultado de refundir dos convenios anteriores.
Por un lado, el convenio de Oslo para la prevención de la contaminación marina provocada por vertidos desde buques y aeronaves, y por el otro, el convenio de París para la prevención de la contaminación marina de origen terrestre. Fue ratificado por España mediante instrumento de 25 de enero de 1994 (publicado en el BOE de 24 de junio de 1998).
El Convenio OSPAR entró en vigor en 1998, por lo que, a partir de esa fecha, su articulado es de obligado cumplimiento para las Partes Contratantes: Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Irlanda, Islandia, Luxemburgo, Holanda, Noruega, Portugal, España, Suecia, Suiza, Reino Unido y la Comunidad Europea. Las partes contratantes de este convenio se reúnen cada año, y cada cinco años tiene lugar una reunión ministerial de las partes.
Convenio OSPAR: reunión de partes
Los ministros y representantes de los 15 Estados firmantes del Convenio OSPAR, y la Unión Europea, concluyeron ayer en Vigo una reunión clave para consolidar la cooperación internacional en la protección del medio marino. Bajo la presidencia de España, el encuentro ha servido para acordar medidas concretas frente a algunas de las principales amenazas que afectan al océano: la contaminación, la pérdida de biodiversidad y los efectos del cambio climático.
Este encuentro ha supuesto un punto de inflexión en la implementación de la Estrategia para el Medio Ambiente del Atlántico Nordeste 2030, la hoja de ruta que guía el trabajo de OSPAR en la región, y ha culminado con la adopción de la Declaración Ministerial de Vigo, que sella el compromiso político de los países por avanzar con más ambición y cooperación.
Las nuevas decisiones que se han topado
Entre las medidas acordadas, destacan:
- Prohibición progresiva de vertidos contaminantes desde buques, en particular de las aguas residuales generadas por sistemas de limpieza de gases de escape (scrubbers), en aguas interiores y aguas portuarias. Además, se adoptó una recomendación para aguas territoriales hasta las 12 millas, y se acordó una hoja de ruta para estudiar nuevas restricciones antes de 2027.
- Ampliación del área de actuación de OSPAR en más de 2,5 millones de kilómetros cuadrados, incorporando por primera vez las aguas macaronésicas (Canarias y Madeira). Esta decisión permitirá mejorar la protección de ecosistemas clave en el ámbito atlántico.
- Refuerzo de la lucha contra la basura marina, con nuevas restricciones al uso de plásticos en instalaciones flotantes (como boyas y pantalanes) y con la adopción de medidas prácticas para su prevención en sectores clave.
- Nuevos planes regionales para reducir el ruido submarino y proteger los hábitats del fondo marino más sensibles a la actividad humana.
- Avances en la protección del Ártico, impulsando la colaboración con pueblos indígenas de la región y el análisis de nuevas figuras de conservación marina en esa zona.
- Reducción de excepciones en el desmantelamiento de instalaciones marinas en desuso, reafirmando el principio de que el mar no puede ser un vertedero.
- Seguimiento más preciso de la radiactividad en el medio marino, con nuevos indicadores para evaluar tanto los niveles ambientales como los vertidos del sector nuclear.
- Inicio de un proceso para modernizar el Convenio OSPAR, de cara a los nuevos retos emergentes como el desarrollo de energías marinas, la gestión de residuos espaciales o el almacenamiento geológico de CO₂.
España es líder en política oceánica
“Los océanos son la memoria a largo plazo del clima. Tenemos que cuidarlos por nosotros y por las futuras generaciones”, ha subrayado la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Sara Aagesen, durante su intervención en la reunión ministerial.
España reafirma con esta reunión su compromiso con una protección eficaz del medio marino, contribuyendo al liderazgo europeo en la implementación del Acuerdo de Kunming-Montreal y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en particular el ODS 14: conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, los mares y los recursos marinos.
