Voluntarios de Greenpeace afirman que en el Salón Internacional del Automóvil Ecológico hay fabricantes que intentan vender como ecológicos vehículos que no lo son, debido a sus altas emisiones de CO2 (dióxido de carbono).
En la muestra del automóvil ecológico, inaugurada hoy en Madrid, los voluntarios han identificado entre los modelos expuestos coches que emiten hasta 244 gramos de CO2/km, cuando la normativa europea establece un estándar de 130 gramos de CO2/km en cinco años.
Junto a los prototipos de vehículos eléctricos y aplicaciones de última tecnología en eficiencia energética, también hay compañías que usan el término ecológico de modo «engañoso», añade en una nota Greenpeace, que hoy publica un informe donde asegura que es posible alcanzar emisiones inferiores a 80 gramos de CO2/km».
En este sentido, reivindica que la UE establezca unas normas más estrictas para la industria del automóvil que obligue a reducir a 80 gramos de CO2/km para 2020 las emisiones de los modelos que vende.
«Todo vehículo que no tenga unas emisiones en línea con este objetivo no debería considerase eficiente», según la responsable de la campaña Transporte de Greenpeace, Sara Pizzinato,
La próxima semana, los ministros europeos de Industria se preparan para adoptar una estrategia europea en materia de vehículos limpios y eficientes, por ello la organización ecologista les invita a reforzar los estándares europeos de eficiencia en el consumo de combustible para los turismos.
Esta norma se aprobó en 2009 y establece los 130 gramos de CO2/km para 2015 y los 95 gramos de CO2/km para 2020.
Sin embargo, «los recientes desarrollos de la industria sugieren que es posible una evolución mucho más rápida y más ambiciosa que la prevista», añade Pizzinato, que pide alcanzar la meta de los 80 gramos para la flota de automóviles vendidos en Europa en 2020 y los 50 gramos de CO2/km para 2030.
Es «imprescindible» frenar las emisiones de CO2 del transporte, responsable ya de ser el sector que más emisiones de gases de efecto invernadero expulsa a la atmósfera en España y con un crecimiento más rápido que cualquier otro sector sobre los niveles de 1990.
Pese a la crisis, el transporte en España es responsable de más del 26% de las emisiones totales (sin tener en cuenta las emisiones de la aviación y navegación internacionales), según los datos de Greenpeace.
