En principio, fue recogido por la asociación A Puppys Voice, pero pronto Christie Pace, veterinaria en busca de un perrito, encontró a Nakio y se enamoró de él.
Nakio es un perro que no ha tenido una vida fácil. Lo encontraron en una casa abandonada de Nebraska, Estados Unidos, en mitad del invierno cuando solo era un cachorrito. Pero no solo es que estuviera abandonado, sino que su madre había muerto y él se quedó sin media nariz, sin media cola y tuvieron que amputarle parte de cada una de sus cuatro patas por haberse congelado al caer en un charco.
En principio, fue recogido por la asociación A Puppy’s Voice, pero pronto Christie Pace, veterinaria en busca de un perrito, encontró a Nakio y se ‘enamoró’ de él. “No estaba segura de qué tipo de perro estaba buscando, pero cuando encontré a Naki’o y leí su historia me enamoré. No estaba buscando un perro con necesidades especiales, pero siempre me ha latido el corazón por estos animales”, declaró a The Dodo.
Nakio tenía la necesidad de poder andar normalmente, así que rápidamente Christie comenzó a investigar. Un cliente de su clínica usaba un soporte ortopédico Orthopets para su rodilla y eso le puso bajo la pista para las patas ortopédicas de Nakio. Christie aseguró que “no sabía ni siquiera que existía. Me puse a investigar y vi que hacían piernas prostéticas”.
Comenzó, pues, una campaña en su clínica y con sus clientes para recaudar dinero para las nuevas patas de Nakio. Y por fin lo consiguió. Ahora tiene cuatro patas protésicas que le permiten hacer una vida normal y correr por donde quiera que vaya. No puede haber perro más feliz.
ep