A juicio de la Plataforma, según informó en un comunicado, este nuevo trasvase no es necesario, puesto que existen a fecha de hoy reservas más que suficientes en la cuenca del Segura y, por lo tanto, «sólo puede entenderse desde planteamientos políticos para contentar a los voceros de las comunidades de Valencia y Murcia; y es impropio de cualquier planteamiento sensato, lúcido y coherente por quienes tienen en sus manos la gestión del agua en España».
«Este trasvase puede calificarse como una auténtica provocación y una chulería por parte del Ministerio de Medio Ambiente. Es indigno que los ciudadanos de la cuenca del Tajo vivamos con la certidumbre que cada gota que entra en Entrepeñas y Buendía es controlada con obscena avaricia por las comunidades del Mediterráneo; y que el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, en vez de garantizar las reservas del Macrosistema, es decir, el tramo alto y medio del río, y preocuparse en sostener unos niveles dignos en Entrepeñas y Buendía tenga claro que el único destino del agua del alto Tajo y del Guadiela es acabar en el pozo sin fondo de Murcia y Alicante», argumentó.
La Plataforma indicó, que esto «es una vergüenza que no se puede tolerar ya por más tiempo, donde la palabra solidaridad se prostituye una y otra vez en aras de un colonialismo hidrológico de unas regiones sobre otras» y además, añadió, «aguantando una y otra vez la chulería de quienes, en vez de estarnos agradecidos por lo que ha hecho nuestro Tajo por ellos, quieren perpetuar el anacronismo del trasvase Tajo-Segura».
En opinión de la Plataforma, el trasvase Tajo-Segura «es un resto moribundo y maloliente del franquismo, insostenible en una España democrática», y por ello reiteró su «más profundo rechazo y exigimos una respuesta contundente a los representantes públicos de los ciudadanos en Castilla-La Mancha».
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