Así lo ha expresado durante su participación en la clausura de las IV Jornadas de Custodia del Territorio, donde también ha reconocido que “independientemente del económico, la biodiversidad tiene un valor intrínseco, que sólo que se puede conservar si pensamos globalmente y trabajamos localmente”.
La clausura de este encuentro que ha reunido a más de 120 expertos de toda España para compartir y reflexionar sobre esta estrategia de conservación, ha contado además con la participación del presidente del FAPAS, Roberto Hartasánchez, y el director general de biodiversidad y paisaje del principado de Asturias, José Félix García.
Por otra parte, durante la clausura, los sectores representados en estas jornadas, (cazadores, agricultores, ganaderos y conservacionistas) han presentado las conclusiones del encuentro. Algunas de estas reflexiones son:
El principal reto de futuro de la Custodia del Territorio es la adaptación al ámbito autonómico en los aspectos de custodia reconocidos en la ley estatal de Patrimonio y Biodiversidad, y su desarrollo reglamentario como ya lo vienen haciendo en Valencia, Cataluña, Murcia y Andalucía.
Otro de los retos, es desarrollar normativamente la figura de reserva natural privada para vincular a largo plazo los proyectos de conservación.
Es necesaria la creación de una política fiscal que incentive y reconozca las buenas prácticas ambientales en beneficio de la biodiversidad realizadas por estos sectores, dignificando su función.
La Política Agrícola Común de la Unión Europea (PAC) debe apostar con mayor énfasis por el beneficio agroambiental generado y las Comunidades Autónomas deben reforzar los contratos territoriales de explotación, como herramienta eficaz para el desarrollo rural sostenible.
El compromiso de agricultores y cazadores con la conservación puede significar un valor añadido de cara a la competitividad de sus productos en el mercado.
Se reconoce que la caza sostenible equilibra la conservación de la biodiversidad y el desarrollo socioeconómico local.
Existe una excesiva burocratización de los procesos referidos a la labor de agricultores, ganaderos y cazadores.
Es viable la creación de “foros regionales de biodiversidad”, es decir grupos que involucren a todas las empresas a nivel regional en la conservación de la biodiversidad de su territorio.
Es necesario que la administración estatal y autonómica genere instrumentos para promocionar la custodia pero sin encorsetarla. Podría resultar peligroso querer regular la custodia en exceso ya que podría perder una de sus virtudes que es su capacidad de adaptación a las diferentes realidades.
Se constata una confianza creciente entre los distintos sectores (cazadores, agricultores, conservacionistas) traducido en alianzas, que pueden liderar un proceso de sostenibilidad creciente al que deben necesariamente añadirse las administraciones públicas.
El trabajo en red es una oportunidad para desarrollar el potencial de la Custodia del Territorio, tanto como herramienta de conservación, como para fomentar la implicación de la sociedad en la gestión de sus territorios.
