El objetivo del proyecto es almacenar las aguas pluviales recogidas durante los primeros minutos de las lluvias, ya que éstas son las más contaminantes. Dicha contaminación procede de los arrastres de materia orgánica e inorgánica que se han ido depositando en los diferentes viales y zonas urbanas. Así, cuando finalice de llover, las aguas se reincorporarán a la red de saneamiento para su posterior tratamiento.
El proyecto se dividirá en dos fases. En la primera de ellas, se llevarán a cabo los trabajos de inventario, modelización, rehabilitación e implantación de elementos de control en la red de saneamiento de la ciudad, cuya longitud es de aproximadamente 740 km. Está previsto que las obras de esta primera fase comiencen antes de concluir el presente año. El coste asciende a casi 3 millones de euros, de los cuales el 80% serán financiados por los Fondos de Cohesión de la Unión Europea y el 20% restante por el consistorio donostiarra.
El proyecto de ejecución de la segunda fase se redactará durante los próximos meses y las obras se iniciarán en 2011. En esta fase está prevista la construcción de varios depósitos de retención de aguas pluviales, obras puntuales de mejora y la instalación de estructuras de control que permitan mejorar el funcionamiento de la misma.
