Desde la Coordinadora Ecoloxista pedimos al Partido Popular que no siga engaƱando a los propietarios forestales que plantaron eucaliptus nitens de forma ilegal en el occidente asturiano. Recordamos que en Asturias sigue siendo ilegal la autorizaciĆ³n de cambio de uso de los montes de plantaciones del eucaliptus globulus por el de eucaliptus nitens.Ā
No deja de sorprender la campaƱa del PP que pretende desde hace varios aƱos legalizar las plantaciones de esta especie de ocalitos que ya estĆ” presente en el occidente asturiano (concejos de Castropol, San Tirso de Abres, etc.) de forma ilegal porque nunca tuvieron autorizaciĆ³n, con la disculpa de que son legales en Galicia, cuando aquĆ nunca lo fueron y posiblemente nunca lo serĆ”n por su impacto ambiental y falta de interĆ©s forestal. Esta especie hoy solo tiene demanda para su uso como biomasa forestal con escaso valor econĆ³mico.Ā
Hay que recordar que estos cultivos forestales estĆ”n en contra del Plan Forestal, en una regiĆ³n donde mĆ”s del 25% de la superficie arbolada de Asturias son plantaciones de ocalitos. En total mĆ”s de 60.300 hectĆ”reas de acuerdo al IV Inventario Forestal.Ā
Estamos asistiendo a una gran ofensiva de presiones polĆticas y mediĆ”ticas Ā por parte del lobby del ocalito formado por la multinacional papelera, los madereros y los propietarios forestales para que el Principado modifique el Plan Forestal en el sentido de no establecer ningĆŗn tipo de lĆmite a la superficie mĆ”xima permitida de ocalitos, que en estos momentos impone un tope de 61.800 hectĆ”reas como mĆ”ximo para el aƱo 2.060, ya lo venimos superando 50 aƱos antes.Ā
El empleo del eucalipto Globulus hasta ahora se ve restringido a la rasa costera, zonas libres de heladas y de frĆo intenso, por lo general en altitudes inferiores a 500 metros. Por eso en las zonas del interior del occidente, en algunos casos, algunos particulares plantaron de forma ilegalĀ ocalito nitens, resistente al frĆo, que soporta hasta -12Āŗ C, mĆ”s de 50 dĆas de heladas al aƱo e incluso nevadas.Ā
Las plantaciones de ocalitos en Asturias presentan los mismos problemas que en otros lugares, aunque con algunasĀ peculiaridades propias de nuestro clima, suelo, pendiente, flora y fauna especĆficas.
Efectos sobre el suelo.Ā
Como es sabido el eucalipto acidifica el suelo sobre el que se sustenta. Y el suelo asturiano ya tiene de por sĆ un pH bajo como consecuencia del alto rĆ©gimen de lluvias, lo cual se agrava aĆŗn mĆ”s en el occidente de la regiĆ³n donde los suelos son silĆceos. Lo que unido a la gran cantidad de nutrientes que necesita extraer por sus rĆ”pidos crecimientos, al tratamiento forestal que se aplica a las plantaciones (herbicidas, talas a matarrasa cada 12 aƱos, etc.) y que ocasionan procesos graves de erosiĆ³n por las fuertes pendientes de los montes asturianos, podemos decir sin temor a equivocarnos que los eucaliptos estĆ”n prĆ”cticamente esquilmando los suelos de toda la franja costera.Ā
Efectos sobre el agua.
El efecto del eucalipto sobre el ciclo del agua no merece mayor comentario, pues de todos son conocidos los grandes volĆŗmenes de agua que necesita para producir en poco tiempo una importante cantidad de biomasa. Ā
Efectos sobre la biodiversidad.Ā
Al ser un gran monocultivo de miles y miles de hectĆ”reas a lo largo de la costa, sin fragmentaciĆ³n de ningĆŗn tipo, ha provocado que la rica fauna asturiana antaƱo allĆ existente se haya visto incapacitada para adaptarse al nuevo hĆ”bitat. Lo mismo se puede decir de las especies vegetales que han ido progresivamente desapareciendo ante la voracidad del ocalito.Ā
Efectos sobre los incendios forestales.Ā
No podemos olvidar que en Asturias tenemos muchĆsimos incendios forestales. De hecho somos la segunda Comunidad AutĆ³noma del Estado EspaƱol con mĆ”s nĆŗmero de incendios (2.000 incendios/aƱo y 10.000 Has./aƱo), Ćŗnicamente superados por Galicia. Ā
Obviamente, el mayor porcentaje de montes arbolados que se queman son de pinos y ocalitos. De hecho la superficie arbolada,Ā pasto de las llamas a lo largo de toda la dĆ©cada de los 90, arroja un saldo de 30.000 hectĆ”reas sobre estas dos especies (20.000 en pinos y 10.000 en eucaliptos), mientras que por el contrario el haya sufriĆ³ el efecto sobre tan sĆ³lo 500 hectĆ”reas, el roble sobre 4.000 y el castaƱo 5.000. Evidentemente, esto no es ninguna casualidad sino que viene dado porque son montes deĀ alta combustibilidad forestal.
Si prosperan estas disparatadas propuestas, las plantaciones de ocalitos nitens colonizarĆan los valles interiores asturianos, desplazando a nuestros bosques naturales para siempre con el riesgo ambiental que supone. Si el ocalito globulus sufre daƱos por las plagas puede ser sustituido por otras especies contempladas en el Plan Forestal de Asturias como los distintos tipos de pinos, los castaƱos y otros, sin necesidad de recurrir a nuevas especies alĆ³ctonas no previstas en el Plan.Ā
Coordinadora Ecoloxista d’Asturies – ECOticias.com