Entidades ecologistas han denunciado ante la Junta de Extremadura una situación de arboricidio en la zona del valle del Arrago de la comunidad autónoma extremeña.
Con arborcio se refieren a realidades de desbroces y talas masivas de arbolado con maquinaria pesada en esta zona de la Sierra de Gata en Cáceres.
Es por eso que han pedido a la administración autonómica que cesen las labores selvícolas por ser las causantes de daños a especies protegidas de la zona como es el caso del alcotán europeo, azor común, abejero europeo, carbonero garrapinos o trepador azul; además de por un riesgo evidente de incendios.
Arboricidio en Extremadura
Ecologistas han solicitado a la Junta de Extremadura la paralización de las labores selvícolas por causar daños a especies protegidas como alcotán europeo, azor común, abejero europeo, carbonero garrapinos o trepador azul, entre otras, y por riesgo de incendios. Los trabajos con maquinaria pesada y los desbroces continúan sin ningún tipo de medida preventiva por parte de la Administración.
Los hechos denunciados fueron detectados a mediados de mayo de 2025 cuando se observaron, mientras realizaban censos anuales de primavera, desbroces y talas masivas de arbolado con maquinaria pesada en varias zonas del valle del Arrago, en Sierra de Gata.
Los trabajos para limpieza no estaban localizados en las zonas afectadas por el último gran incendio de 2023, sino que se trataba de cortas en áreas de pinar, supuestamente para cumplir los planes de prevención de incendios, con la creación de franjas de seguridad y entresacas de ejemplares más jóvenes.
Sin embargo, han denunciado numerosas irregularidades observadas: no respetar las fechas de parada biológica en zonas con posible presencia de especies protegidas en reproducción, como alcotán europeo, azor común, abejero europeo, carbonero garrapinos o trepador azul, entre otras; se observaron daños por la maquinaria en repoblaciones, cauces y arroyos; se documentaron laderas enteras donde se habían sacado los troncos, pero permanecían sin limpiar todos los restos de ramas y desechos, con potencial grave de incendios; y la eliminación de los pies maduros de pinos, dejando los más jóvenes (justo lo contrario a una gestión sostenible de la masa forestal).
Las denuncias llegaron a la Junta de Extremadura el 27 de mayo, solicitando información sobre si estos trabajos estaban autorizados y si dichas autorizaciones amparaban las irregularidades denunciadas, instando a que se procediera a su inmediata paralización para evitar más daños y riesgos, para retomar su ejecución tras el verano.
Sin embargo, las ONGs ambientales denuncian que aparentemente las talas siguen produciéndose por todo el Valle del Arrago y su ejecución a lo largo de la primavera habrá supuesto la destrucción de todos los nidos y pollos de las aves que pudieran anidar en los árboles y matorral afectado.
Se siguen observando irregularidades en cuanto a su ejecución; los restos de ramas continúan desperdigados por amplias zonas, con grave riesgo de incendios o de taponamiento de los cauces si se producen tormentas; los daños de la maquinaria pesada sobre orillas de cauces e infraestructuras no han sido reparados y hasta la fecha no hay respuesta de la Dirección General de Política Forestal ni de la Dirección General de Sostenibilidad de la Junta de Extremadura, que parecen indiferentes ante la situación.
“Varias de las zonas afectadas por las talas corresponden a pinares maduros de gran extensión, que cubren buena parte de las laderas del valle del Arrago, constituyendo una de las masas forestales continuas más extensas de Extremadura. Su singularidad ha sido reconocida al establecer la Junta de Extremadura su condición de “Monte Protector”, una figura administrativa que concede determinadas ventajas a los propietarios forestales en compensación por el mantenimiento de bosques maduros y de gran importancia para la biodiversidad y el medio ambiente. Por eso, no se entiende que se estén desarrollando trabajos selvícolas de una forma tan poco respetuosa con la naturaleza”, explican.
“Sin embargo, ni la denominación “Monte Protector” parece que logre proteger esta zona de los aprovechamientos forestales irregulares y de la tala sin criterios de gestión forestal sostenible. Los daños causados a la biodiversidad en un periodo crítico del año son irreparables y la biomasa acumulada y desperdigada ha aumentado el riesgo de propagación del fuego en caso de que se produzca un incendio”, lamentan
Por ello, enviarán estas denuncias al SEPRONA, solicitando la investigación por la comisión de presuntos delitos contra la fauna y el medio ambiente, solicitando de nuevo medidas preventivas para detener los trabajos y evitar más daños al medio natural y reitera la solicitud a las direcciones generales de Gestión Forestal y Sostenibilidad, la paralización de los trabajos y la apertura de expedientes sancionadores. ECOticias.com