Cada año, aparecen en las costas de todo el mundo miles de animales marinos fuera de su elemento habitual, el agua. Este fenómeno, conocido como varamiento ocurre cuando los animales, sanos o heridos (o muertos), son arrastrados hacia fuera del agua en mares y océanos.
Varias razones pueden explicar por qué esos animales aparecen varados en las costas: desde los fluctuantes patrones de mareas y vientos cambiantes, hasta la contaminación acústica y la sobrepesca. En todo caso, son una mala noticia para la biodiversidad.
Varamientos de cetáceos en Galicia
Las costas gallegas registraron el año pasado 689 animales varados o en riesgo de varar, siendo en su gran mayoría cetáceos, con casi el 90% del total, y el resto, tortugas, tiburones, lontras y focas. La conselleira de Medio Ambiente e Cambio Climático, Ángeles Vázquez, hizo este balance hoy durante su visita a las instalaciones que tiene en Nigrán la Coordinadora para el estudio de los mamíferos marinos (Cemma) para anunciar la renovación de cara a 2025 del convenio de colaboración entre su departamento y dicha entidad para la recuperación de animales varados en la costa gallega y el estudio y cuidado del medio marino.
Tras destacar que la Xunta y Cemma mantienen una relación de colaboración desde hace 25 años, la responsable autonómica explicó que el objetivo principal de este trabajo conjunto es garantizar la asistencia y la recuperación, cuando sea posible, de los mamíferos marinos y tortugas que recalan en las costas de la Comunidad tras sufrir algún tipo de dificultad, por lo que destacó la «trascendencia» del papel que juega la Cemma también para avanzar en el estudio y cuidado del medio marino.
En este sentido, Ángeles Vázquez incidió en la amplia trayectoria y experiencia que avalan en Galicia a esta organización sin ánimo de lucro, que viene participando activamente en la asistencia a los animales varados en las costas de la Comunidad y en su recuperación al amparo de los sucesivos convenios firmados con la Xunta.
De hecho, se trata de la única entidad autorizada por la Dirección General de Patrimonio Natural para gestionar y coordinar la Red de varamientos de Galicia, ya que los animales tratados suenen ser especies protegidas, lo que requiere de las pertinentes autorizaciones.
Solo durante el año 2024 se registraron un total de 689 mamíferos marinos y reptiles varados o en riesgo de varar, de los cuales 52 (un 8,9%) llegaron vivos a la costa. En cuanto a la distribución por especies, 614 eran cetáceos (destacando entre ellos los 455 delfines comunes), 6 focas (pinnípedos) y 32 tortugas.
En todo caso, más allá de estas especies (que son las específicamente incluidas en el acuerdo de colaboración entre la Consellería y la Cemma), el personal de la entidad, por el propio funcionamiento de la asistencia que presta sobre el terreno, registró también los varamientos de 23 tiburones y de 14 lontras.
Asimismo y al margen del convenio, durante los trabajos realizados a lo largo de 2024 también se recogieron datos de 17 ejemplares de pescados de gran tamaño (atunes, peces espada, etc.) que no se contabilizan en el total de varamientos.
Registro desde 1990: 9.000 ejemplares varados
Galicia tiene aproximadamente 1.500 km de costa. En todo este litoral se registraron en el período comprendido entre 1990 y 2024 (serie histórica) algo más de 9.000 ejemplares varados pertenecientes a 24 especies distintas de cetáceos, a 6 de focas (pinnípedos) y la 5 de tortugas marinas.
El balance de varamientos de los dos últimos años, en todo caso, se sitúa muy por encima del promedio y constata una tendencia en aumento en las costas gallegas, sobre todo en el caso de cetáceos y tortugas. Así, los animales varados en 2023 fueron 695 y el pasado año, 689, que son, con diferencia, las cifras más altas desde 1990.
La posible explicación de esta variación en el caso de los registros de varamiento de tortugas marinas podría estar relacionada con los cambios de temperatura oceánica debido al cambio climático, al igual que ocurre en el norte cantábrico.
Por su parte, el aumento de los varamientos de cetáceos tendría que ver con un incremento de la densidad de este tipo de mamíferos marinos en las zonas de pesca y con el aumento de las capturas accidentales derivadas de esta situación.
