Como resultado, se pretende obtener nuevos diseños que permitan la utilización de estos nuevos líquidos sin que se alteren las temperaturas de trabajo de los transformadores.
La Universidad de Cantabria (UC) coordinará el proyecto europeo ‘BIOTRAFO’, que analizará la aplicabilidad de aceites de origen vegetal, de «menor impacto ambiental», en las subestaciones eléctricas. Este proyecto, finaciado como más de 685.000 euros por la Comisión Europea, lo desarrollará un consorcio internacional de trece socios –entre ellos la UC– procedente de diez países (Alemania, Argentina, Colombia, España, Inglaterra, Italia, Japón, Perú, Polonia, Turquía).
Tres de ellos, proceden del sector empresarial, siendo el resto universidades o centros de investigación. Estará coordinado desde Santander por el investigador Alfredo Ortiz, del grupo de investigación de Transformadores Eléctricos de Potencia (GITEP), del Departamento de Ingeniería Eléctrica y Energética de la UC. El objetivo de esta iniciativa es analizar el efecto que tendrá sobre la temperatura de trabajo de los transformadores de potencia la utilización de aceites biodegradables como refrigerante, en lugar de los tradicionales aceites de origen mineral.
Como resultado, se pretende obtener nuevos diseños que permitan la utilización de estos nuevos líquidos sin que se alteren las temperaturas de trabajo de los transformadores. También evaluará el desempeño ambiental y contra incendios de estos líquidos, ha informado en un comunicado la institución académica. La UC ha explicado que los transformadores de potencia son dispositivos «fundamentales» en los sistemas de distribución de energía ya que, según ha apuntado, desde que la electricidad se genera hasta que llega a los hogares pasa por un promedio de cuatro instalaciones de este tipo en las que se cambia el nivel de tensión.
Actualmente, el líquido utilizado en la mayoría de estas máquinas para refrigerar y aislar, es un derivado del petróleo, es decir, de origen fósil, ya que su buen rendimiento está sobradamente contrastado. Sin embargo, la UC ha explicado que la «conciencia ambiental» de muchas empresas ha promovido la sustitución de nuevos transformadores para se enfríen con ésteres de origen vegetal. «Un transformador pequeño puede contener unos 100 litros, pero uno grande puede llegar a tener 100.000 litros de aceite«, ha señalado el coordinador del proyecto.
En este marco, ‘BIOTRAFO’ propone un estudio que permita conocer la temperatura en las bobinas del transformador cuando se utilizan líquidos biodegradables que, por su naturaleza, son más viscosos. Esta temperatura es un factor «crítico» para la vida útil del transformador, debido al envejecimiento de los materiales sólidos dieléctricos. También se analizará la durabilidad de estos materiales al sumergirlos en estos líquidos. Además, no solo se observará la pregunta desde una perspectiva teórica sino que también se utilizarán plataformas industriales para probar los modelos generados.
De esta forma, los resultados del proyecto serán, según la UC, «de gran utilidad» en la toma de decisiones de las grandes compañías de generación y distribución eléctrica en torno a la sustitución en todas sus subestaciones de los aceites de origen fósil por otros de origen vegetal, con un «menor impacto medioambiental». Sin embargo, la UC, ha reconocido que su uso aún cuenta con algunas incógnitas respecto a si responderán de igual forma que los usados hasta ahora en relación a sus propiedades aislantes; su efecto en los materiales con los que conviven en el bobinado; su eficacia contra incendios, y su poder refrigerante.
Research and innovation staff exchange
El proyecto ha obtenido financiación de la Comisión Europea dentro de la acción Marie Sklodowska Curie RISE (Research and Innovation Staff Exchange). La finalidad es poder afrontar mejor los retos mundiales globales por medio del intercambio de conocimiento e ideas que acerquen la investigación básica al mercado. El plazo de la convocatoria 2019 se encuentra en estos momentos abierta hasta el 2 de abril.
