Así lo explicó a Europa Press López Peña, quien aseguró que «si la sociedad no sigue presionando para buscar soluciones a los depósitos de fosfoyesos, Fertiberia seguirá tirando los mismos a las marismas y la alternativa a los vertidos seguirá durmiendo en el cajón de los directivos de Fertiberia porque es más rentable».
Fertiberia, a pesar de la sentencia de la Audiencia Nacional que establece el cierre definitivo de las balsas el 31 de diciembre de 2012, «no ha planteado nunca el cierre de la factoría de Huelva, pero sí se ha comprometido a mantener la actividad industrial y a 120 puestos de trabajo después de esta fecha, por lo que la empresa tiene ya alternativas para no seguir con los vertidos».
Por último, calificó a los fosfoyesos como «el mayor desastre ecológico acaecido en la provincia que ha supuesto además una severa hipoteca sobre importantes posibilidades de desarrollo económico y creación de puestos de trabajo, al destruir por completo la gran riqueza biológica».
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