Así, ha explicado que España enfrenta «enormes desafíos medioambientales, y que cada habitante genera una media de 547 kilos de basura anuales y apenas se recicla el 15 por ciento, pese a que 8 de cada 10 ciudadanos y ciudadanas afirma separar sus basuras».
Por lo tanto, ha instado a las autoridades a «hacer una reflexión seria sobre el actual sistema de gestión de residuos y a plantearse cambios sustanciales en la nueva Ley de Residuos y Suelos Contaminados», actualmente en trámite parlamentario.
En este sentido, ha abogado por la reducción y reutilización de los envases y apoya la introducción del SDDR para los envases de bebidas, ya que en otros países ha demostrado unas tasas de recuperación de más del 98 por ciento, ya que el Sistema Integrado de Gestión (SIG) –actualmente gestionado por Ecoembes y Ecovidrio– «es claramente insuficiente».
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