La actual directiva de eco-diseño, aprobada en 2008, contemplaba disminuciones obligatorias en el consumo eléctrico de electrodomésticos, ordenadores, impresoras y televisores. Con la nueva norma, serán muchos más los productos que tendrán que adaptarse a una serie de requisitos en pro de obtener una eficiencia energética cada vez mayor.
La modificación de esta directiva es parte del paquete de eficiencia energética con el que la Unión Europea pretende bajar su consumo energético hasta un 20% en 2020, y este conjunto de medidas es una de las principales prioridades del actual gobierno de la Unión.
La nueva directiva mejorará la eficiencia energética y de recursos de una gama mucho más amplia de productos y reducir la demanda sobre los recursos naturales, contribuyendo a la seguridad del abastecimiento energético y para el logro de objetivos de emisión de gases de efecto invernadero en la UE. Al mismo tiempo, el ahorro económico para las empresas y los usuarios finales pueden esperar.
La actuales normas de eco-diseño sólo se refieren a productos que utilizan energía, tales como lavadoras, congeladores o secadores de pelo. En el futuro, los productos tales como ventanas, materiales de aislamiento, o de determinados productos que utilizan el agua como duchas o los grifos están cubiertos también.
La Directiva sobre diseño ecológico prevé el establecimiento de requisitos que los productos relacionados con la energía deben cumplir si desean beneficiarse de la libre circulación dentro de la Comunidad. Estos requisitos tienen que ser decididos en el marco del procedimiento que ya utiliza la Comisión, tras una evaluación de impacto.
Las nuevas normas exigen a los fabricantes de productos relacionados con la energía que consideren ya en la fase de diseño el impacto ambiental de los productos durante todo su ciclo de vida, facilitando así la mejora del medio ambiente a la vez que se reducen posibles costes posteriores.
