El turismo incide enormemente en el desarrollo de las naciones y, en especial, de los países en desarrollo, convirtiéndose en una de las actividades que más pueden contribuir a la sostenibilidad. Así, el turismo como factor de desarrollo sostenible, o turismo sostenible, se considera como uno de las herramientas que puede otorgar una mejor calidad de vida a la población actual, sin comprometer la de las poblaciones venideras.
La Organización Mundial del Turismo define turismo sostenible como: “satisfacer las necesidades de los turistas actuales y de las regiones de acogida a la vez que se protegen y mejoran las oportunidades para el futuro. Se trata de gestionar todos los recursos de tal forma que puedan satisfacerse las necesidades económicas y sociales al tiempo que se respeta la integridad cultural, los procesos ecológicos esenciales y los sistemas que sustentan la vida”. El turismo sostenible es, por tanto, el turismo que es económica y socialmente viable sin perjudicar el medioambiente y la cultura local.
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