Este año… ¡no me lo pierdo! Eso pensé cuando comenzaron a formarse los grupos de [email protected] para los campamentos de Greenpeace de este verano…
¿Y cómo es que te vas este año a los campamentos? me preguntaba algún compañero.
Porque quiero sentirme parte de este proyecto educativo, enseñar y aprender con los más jóvenes, compartir juegos y experiencias que nos acerquen a la naturaleza, y coger fuerzas para seguir valorándola, y protegiéndola…No me quiero perder las rutas entre los bosques atlánticos de As Corcerizas, al sur de Ourense, ni las bajadas por rio, ni la noche de meigas y estrellas junto al albergue.
De vuelta a mi casa tras la formación con el equipo de monitores, ya iba pensando qué llevaría en la mochila: cantimplora, linterna, crema solar, algo de abrigo para las noches de vivac, las guías de árboles, de aves…pero no me puedo olvidar de lo más importante: las ganas, la ilusión y el esfuerzo para conseguir que el campamento se convierta en una experiencia única e irrepetible para todos los jóvenes que vendrán.
[email protected] de [email protected] con la ilusión de revivir la experiencia que ya descubrieron en años anteriores, [email protected] [email protected], por primera vez, al igual que yo.
Durante los diez días de campamento, no habrá tiempo para aburrirse. Una vez amanezca, los días serán intensos hasta la noche: nos visitarán marineros de Greenpeace, campaigners, voluntarios…haremos juegos y excursiones, aprenderemos de las tradiciones que aún se conservan en los pueblos más cercanos, hablaremos con sus gentes, aprenderemos a afrontar los problemas ambientales a través del voluntariado, y lo haremos, como siempre, disfrutando.
Si como yo, no quieres perderte esta experiencia, no lo dudes, ¡vente a los campamentos de Greenpeace!
Marta González, monitora en los campamentos de Greenpeace
