El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), conjuntamente con una docena de compañías de transporte de tren, metro, bus y viajes compartidos a través de Europa ha impulsado la campaña «Viajemos juntos», con el objetivo de cambiar el comportamiento de los viajeros. ¿Cómo? Invitando a éstos a compartir virtualmente sus viajes con amigos, sumándose así a la «nave» sostenible.
Esta campaña se concibió los días previos a Río+20, para hacerla coincidir con la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro, 20 años después. «Viajemos juntos» muestra virtualmente y de forma divertida cómo el transporte sostenible puede ayudar a poner en marcha una verdadera transición hacia una economía verde.
Algunos datos, para convencer a «viajar juntos»
Los europeos que compartieron sus coches desde el 2008 al 2011, redujeron en 630.000 toneladas las emisiones de carbono, 324 litros de gas y 750 millones de euros. En 2009, el ferrocarril sólo produjo el 1,8% de las emisiones de CO2 del total del sector del transporte.
De hecho, si continuamos desplazándonos tal y cómo lo hemos hecho hasta ahora, el tráfico de vehículos se incrementará en un 60% entre 2005 y 2025. Los costes de la congestión, la contaminación derivada y los accidentes en la Unión Europea sobrepasan en gran medida los 500 billones de euros cada año. Es decir, avanzar hacia una economía sostenible y verde no es sólo un beneficio para nuestro entorno natural, sino también para nuestro bolsillo.
Una campaña participativa mediante las redes sociales
«Viajemos juntos» es una aplicación web en la que tu avatar de Facebook aparecerá en un vehículo «verde», futurista, conjuntamente con todos aquellos que se hayan comprometido a utilizar el transporte público. Además, cada participante podrá subir con él a aquel animal que escoja. De esta manera, el mensaje que se da es: «cuando viajas con los demás, proteges el planeta, la naturaleza y formas parte de una economía más verde».
«Viajamos juntos» resulta, pues, una campaña de comunicación. No implica actuaciones concretas ni objetivos específicos. Simplemente quiere llamar la atención de la ciudadanía y conseguir que mucha gente se suba al «tren de la sostenibilidad». En paralelo, sin embargo, esperamos que el PNUMA impulse políticas comprometidas hacia una economía verde real.
