“En realidad, esta es una fiesta importada de los EEUU (aunque con orígenes celtas), pero dado que cada año, más y más niños se suman al famosos “truco o trato” en busca de caramelos y chuches, es bueno tomar en cuenta estos consejos, para que esta vez la noche de Halloween sea algo más saludable que de costumbre.”
No podemos ignorar que la tasa de obesidad de nuestros niños crece de manera alarmante, gracias a la comida chatarra, al alto contenido de azúcar de muchas de las cosas que comen (bollería, chuches, etc.) y a la falta de ejercicio.
Pero especialmente en estas épocas de Halloween, los dentistas recomiendan que se tomen medidas especiales, ya que además de engordar, los dulces producen caries y problemas graves en la dentadura de los más pequeños.
Sobre la base de las etiquetas de nutrición que tienen los caramelos, chocolatinas y chuches más populares, cada niño acumulará de 3.500 a 7.000 calorías cada noche de Halloween y el riesgo de contraer caries se multiplicará por 12.
Aun así, Halloween se celebra cada vez más en nuestro país y es una realidad que se debe asumir. Si tus hijos por lo general comen bien durante todo el año, los expertos dicen que no hay nada malo en dejar que coman algunos caramelos de más por una noche.
La clave, por supuesto, es la moderación, pero es bueno que los padres tengan en cuenta unas cuantas “estrategias” para la hora de ofrecer y salir a pedir chuches, cómo y cuánto deben comer y qué hacer con las que sobran.
Comer bien y sano antes de salir
Si los niños están satisfechos antes de emprender la aventura de ir a pedir caramelos por el barrio, por más que consigan muchos, comerán bastante menos, que si están con el estómago vacío y un hambre de “lobo”.
Preocupémonos de darles algo saludable (y acorde a la ocasión) antes de salir, para que no se vean tentados a comerse todos los caramelos que reciban y además de hacerles pasar un momento divertido como prolegómeno del paseo, le estaremos haciendo un gran favor a su salud.
Reparte alimentos sanos y sin azúcar
Existen muchas alternativas a los clásicos caramelos o chocolatinas, que pueden resultarles sin dudas una grata sorpresa a nuestros pequeños disfrazados y a todos lo que nos visiten en plan “truco o trato”.
Unos bocados de frutas ingeniosamente preparados, unas bolsitas con frutos secos y un paquetito de galletitas caseras con formas de calabazas y fantasmas (sin azúcar y con ingredientes orgánicos), pueden ser buenos sustitutos de las golosinas.
Truco o trato y ejercicio
Nada de salir en coche; si los niños quieren conseguir sus chuches, que caminen de casa en casa; eso les obligará a hacer ejercicio extra y a quemar por el camino una gran parte de las calorías que puedan ingerir.
Esta es una buena forma de que nuestros hijos incrementen su dosis diaria de movimiento y tendrá un efecto muy importante a la hora de que superen la excitación de la fiesta. Después de un buen recorrido andando por el barrio, estarán tan cansados que tras una buena ducha y desmaquillado, se irán a dormir de inmediato.
Elige qué darles
En general los padres salimos con nuestros hijos y los acompañamos a hacer sus rondas de “truco o trato”. Y lo normal es que en cuanto consiguen algún botín nos lo pasen a nosotros que llevamos la bolsa “grande”. Aprovecha esta circunstancia y separa los dulces que sabes que menos les apetecerán a tus hijos, de los que realmente les gustan.
Este pequeño truquillo hará que, si quieren comer algún dulce, no meterán la mano y sacaran un puñado, sino que podrás ser tú quien les induzca a comer tal o cual chuche. Hazlo de manera discreta y ayúdales a mantener su salud a salvo.
Partir y repartir
Cuando los niños regresen a casa finalizado el recorrido sugiéreles que hagan dos pilas: una con los dulces que más le gusten y que quieran guardar y otra con los que menos les apetezcan. Considera donar los que sobren, repartirlos entre los amigos que por alguna razón no participaron de Halloween o llevarlos a la escuela al día siguiente y compartirlos con todos los compañeros.
De esta manera te aseguras que tu hijo comerá menos dulces, estarás fomentando su generosidad y ten en cuenta que entre más niños haya para repartir, menor será la cantidad de chuches que consuma cada uno.
Haz tu también un trato
Permite que vayan consumiendo las golosinas que les quedan, pero con ciertas limitaciones, por ejemplo, pactando que primero deben comerse toda la comida y luego disfrutar de su premio (establece a priori la cantidad de golosinas que podrán consumir por vez), sin olvidase de que tras las chuches hay que lavarse los dientes a conciencia, para evitar la aparición de caries.
Ante lo inevitable de que esta noche en especial (y varios días subsiguientes) los niños van a comer caramelos, esperamos que estos pequeños consejos te ayuden a limitar de alguna forma la cantidad de azúcar, conservantes y colorantes que ingieran tus hijos. No olvides que lo prohibido da más gustito, así que lo mejor es que estés allí para controlar cuántas chuches comen.