El movimiento agroecológico del sur de España se moviliza. Aprovechando la celebración el 17 de abril del Día de la Lucha Campesina, quiere poner sobre la mesa la necesidad de un cambio de modelo, no sólo desde la propia organización y coordinación del sector primario productivo, sino de la mano de la necesaria concienciación de los consumidores, la sociedad y la clase política.
Una de las principales acciones, de entre las muchas que se organizarán bajo el paraguas de #LaCestaYLaVida entre el 12 y el 21 de abril de 2023, es la publicación de una Declaración por el Día de la Lucha Campesina 2023, la cual se ha elaborado por distintas personas y organizaciones del medio rural, del sector agrario, del movimiento agroecológico y del movimiento alimentario, y a la cual puede adherirse libremente cualquier otra para suscribir su contenido, a través del siguiente link.
Ya son distintas organizaciones las que han mostrado su apoyo a dicha Declaración. El objetivo es rebelarse ante la acuciante necesidad de un cambio de modelo y una transición hacia la agroecología ya que cada vez hay más gente que come menos, que come peor y que se va comiendo sus ahorros.
Alimentos en mucha cantidad pero menos saludables
Mientras, las personas que se dedican a la agricultura, ganadería o pesca siguen cautivos por un modelo agroalimentario que obliga a producir alimentos en mucha cantidad pero menos saludables, debido principalmente a los bajos precios que les pagan quienes ganan dinero de especular con los alimentos: las cadenas de supermercados, las grandes marcas de la alimentación, los bancos que las financian y los gobiernos autonómicos y estatal que lo permiten.
Sin embargo, pensamos que no todo está perdido aún, y por ello otro de los objetivos es poner de relieve a quienes sí lo están haciendo bien, mostrando el apoyo incondicional a quienes producen desde un enfoque más agroecológico alimentos saludables para el medio ambiente, y de calidad, y a quienes los consumen.
Necesitamos organizarnos en torno a alternativas construidas colectivamente que faciliten la compra de alimentos locales, sin químicos, de temporada y sin explotación laboral: recuperar los mercados de abastos, nuevas formas de supermercados cooperativos y ecológicos, estrategias de canales más directos entre productoras y consumidoras, ecomercados en cada pueblo y en cada ciudad donde adquirir alimentos ecológicos.
Debemos exigir mayor transparencia de la cadena alimentaria y su cadena de valor y un mayor control sobre los intermediarios y grandes cadenas, para revertir la tendencia actual de que los supermercados eligen lo que comemos. El movimiento agroecológico del sur de España se moviliza.