Los países participantes en la última Asamblea de la ONU para el Medio Ambiente, presidida por el ministro de Ambiente y Energía de Costa Rica, Edgar Gutiérrez, y celebrada del 4 al 6 de diciembre en Nairobi, se comprometieron a luchar de forma decidida contra la contaminación y avanzar así hacia un futuro más sostenible, saludable y próspero.
Más de 4.000 jefes de Estado, ministros, representantes empresariales, de la sociedad civil y activistas participaron en esta cita para realizar sus aportaciones y, sobre todo, para analizar los efectos de la contaminación en el aire, el agua y el suelo, así como la forma de hacer frente a un fenómeno que está socavando la salud de la población e hiriendo gravemente al Planeta.
No en vano, la contaminación ambiental causa una de cada cuatro muertes en todo el mundo (12,6 millones de decesos anuales), con la particularidad de que el 80% de las aguas residuales se liberan al entorno sin tratamiento, provocando la contaminación de los campos en los que se cultivan alimentos, además de lagos y ríos que abastecen a 300 millones de personas con agua potable.
Ni que decir tiene que esta situación acarrea importantes costes económicos, que un informe publicado por la Comisión Lancet sobre Contaminación y Salud estima en pérdidas de 4,6 billones de dólares por año, lo que equivale al 6,2% de la producción económica mundial.
Si se da cumplimiento a todos los compromisos alcanzados en esta Cumbre, se producirán grandes avances: 1.49 mil millones de personas respirarán aire puro, aproximadamente el 30% de las costas estarán limpias (480.000 kilómetros) y se dispondrá de una dotación de 18,6 mil millones de dólares para labores de investigación, desarrollo e innovación.
La economía circular se erige así en el epicentro de todas las acciones que están por llegar. De hecho, se puso el acento sobre la necesidad de cambiar la actual forma de producir y consumir, propia de un modo de vida lineal, y trabajar en la promoción de incentivos fiscales para estimular a los mercados, además de dar riguroso cumplimiento a las leyes sobre contaminación.
En este marco, se aprobaron 13 resoluciones no vinculantes y tres decisiones, adoptando medidas para combatir la basura marina y la proliferación de microplásticos, para eliminar el plomo de la pintura y las baterías, y para controlar la contaminación en las zonas afectadas por los conflictos y el terrorismo, entre otras cuestiones.
EL RESPALDO DE LAS CAMPAÑAS
El éxito de la campaña #SinContaminación de ONU Medio Ambiente contribuyó a amplificar el alcance de este evento, aglutinando 2,5 millones de compromisos y 88.000 firmas personales.
Además de todo ello, cabe destacar que Chile, Omán, Sudáfrica y Sri Lanka se unieron a la campaña #MaresLimpios, sumando ya 39 los países que forman parte de esta ambiciosa iniciativa, cuyo principal objetivo es eliminar, de aquí a 2020, las principales fuentes de basura marina, esto es, las microperlas utilizadas en productos cosmético y el excesivo consumo de plásticos de un solo uso, que degradan los ecosistemas marinos, provocan la muerte de animales, ya que los ingieren al confundirlos con alimento, y repercute negativamente en la pesca y el turismo.
Por su parte, Colombia, Singapur, Bulgaria, Hungría y Mongolia decidieron completar la lista del ya centenar de ciudades que integran la campaña #RespiraLaVida, con la que se busca luchar contra la contaminación del aire.