Los machos de pájaro brujo tienen un plumaje rojo plumaje rojo mientras que las hembras son más crípticas con un vientre amarillo pálido y cremoso y un cuerpo gris-marrón. Los machos jóvenes son algo anaranjados.
Se alimenta exclusivamente de invertebrados con vuelos rápidos para capturar insectos en el aire o el suelo. Se encuentra en todas las zonas de hábitat, pero ha disminuido en las zonas áridas y de transición de las islas Galápagos más habitadas.
Necesita zonas abiertas para cazar en busca de alimento: matorrales abiertos, bosques, bosques de Scalesia y bosques nativos de Zanthoxylum, bosques de guayaba introducidos, aunque tambien puede utilizar los silvopastos.
El pájaro brujo sufre una elevada mortalidad de polluelos causada por las larvas chupasangre de la mosca vampiro aviar introducida Philornis downsi. Es especialmente sensible a la alteración del acceso a las fuentes de alimento debido a la modificación del hábitat (por ejemplo, el cierre del sotobosque causado por la invasión de la mora Rubus niveus) y necesita acceder a presas más grandes (por ejemplo, orugas, arañas, grillos) durante el periodo reproductivo.
El pájaro brujo y el pájaro pinzón de manglar son aves endémicas de las Galápagos que están comenzando a dar esperanzas a los expertos que llevan años tratando de ayudarles y de recuperar dichas especies del declive al que se vieron expuestas a causa de las acciones antropogénicas.
Aves en las Islas Galápagos
El archipiélago ecuatoriano de Galápagos registra una reproducción histórica de dos especies de aves terrestres, principalmente del pequeño pájaro brujo (Pyrocephalus nanus), cuya población en la isla Santa Cruz muestra signos de recuperación, según ha informado recientemente la Fundación Charles Darwin (FCD).
Paralelamente, continúan los esfuerzos para conservar al pájaro de manglar (Camarhynchus heliobates), una de las especies pájaro más amenazadas del archipiélago, situado a unos mil kilómetros de las costas continentales ecuatorianas.
Estos resultados son producto del trabajo conjunto entre la FCD, la Dirección del Parque Nacional Galápagos (DPNG) y aliados internacionales, junto con condiciones ambientales que favorecieron la actividad reproductiva de diversas especies.
El Pájaro brujo
El pájaro brujo, antes común en la parte alta de la isla Santa Cruz, sufrió un descenso poblacional durante las últimas décadas. Actualmente se estima una población de entre 30 y 50 individuos, concentrados en una zona reducida cercana al sitio de visita Los Gemelos. Entre las principales amenazas se encuentran plantas invasoras como la mora y el saúco, la depredación por fauna introducida como ratas y gatos, y el parasitismo por parte de la mosca vampiro aviar.
Desde 2014, la FCD y la DPNG han implementado una estrategia de conservación centrada en la remoción de especies vegetales invasoras, la restauración del hábitat y el tratamiento de nidos para reducir el impacto del parasitismo.
En 2025, esta estrategia alcanzó resultados notables: 39 volantones se registraron a partir de 10 parejas de pájaros reproductoras, en un total de 27 intentos de anidación, lo que representa una tasa de éxito del 75 %, en comparación con 15 volantones y un 53 % de éxito en 2024. El inicio temprano de la temporada, influenciado por condiciones climáticas más cálidas, coincidió con una mayor disponibilidad de hábitat restaurado, indicó la DCD en un comunicado.
En 2024 se incorporaron 7 hectáreas adicionales de bosque de Scalesia restaurado, alcanzando un total de 17 hectáreas libres de mora y saúco, lo que facilitó la alimentación y reproducción de las aves, así como la conectividad mediante corredores ecológicos.
También se reportó una reducción en los casos de parasitismo por la mosca vampiro aviar, con solo un nido afectado durante esta temporada, un resultado que se atribuye a la implementación de dispensadores con material tratado con insecticida, ubicados cerca de las zonas de anidación, que las aves utilizaron para construir sus nidos.
El pájaro Pinzón de manglar
El pinzón de manglar habita únicamente en dos parches aislados de manglar en la costa occidental de la isla Isabela, la más grande del archipiélago de las Galápagos. Su población se encuentra bajo amenaza debido a la depredación por roedores y al parasitismo por la mosca vampiro aviar. Desde 2006, la FCD y la DPNG han aplicado un manejo activo de conservación para prevenir su extinción.
En la temporada 2025 se registraron ocho volantones provenientes de 12 parejas reproductoras en 19 intentos de anidación. Seis de estos nidos fueron exitosos, mientras que en 2024 hubo 11 pichones de 13 parejas, y en 2023, 18 volantones de 16 parejas, un año considerado atípico. A finales de marzo, tres nidos aún estaban en incubación y cinco parejas mantenían actividad reproductiva, anotó.
Al igual que otras especies terrestres, el pinzón de manglar se vio influenciado por un clima cálido y lluvioso prolongado Según los registros de monitoreo de 2023, la población de esta especie se estima en 62 individuos, lo que la convierte en el ave más escasa de Galápagos, archipiélago catalogado como Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco. EFE / ECOticias.com