El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha anunciado este sábado su intención de poner fin a los subsidios estatales que reciben las empresas petroleras y gasísticas que la Casa Blanca estima en 4.000 millones de dólares anuales.
«Cuando las empresas petroleras logran enormes beneficios, vosotros estáis lidiando con el surtidor y nosotros escudriñamos el gasto federal en busca de partidas de las que podamos prescindir, estos regalos no están bien. No son inteligentes. Tenemos que acabar con ellos, ha afirmado Obama en su discurso semanal transmitido por radio e Internet.
Por ello, explica, ha pedido de nuevo al Congreso que deje de subvencionar la industria petrolera y gasista. «Entendedme, no me opongo a la producción de petróleo (…). De hecho, el año pasado la producción de petróleo de Estados Unidos alcanzó su máximo desde 2003», recordó. «Pero también creo que en lugar de subvencionar la energía del pasado, debemos invertir en la energía del futuro», ha argumentado.
Ante la necesidad de recortar el gasto estatal, Obama abogó por examinar este tipo de partidas, en lugar de «recortar en ámbitos como el de las energías limpias, que ayudarán a Estados Unidos a ganarse el futuro con una economía en crecimiento y que cree empleos bien pagados». «La inversión de hoy en energías limpias es una inversión en un mañana mejor. Y creo que es una inversión que vale la pena», apostilló.
Obama aprovechó además para recordar que se han creado casi dos millones de puestos de trabajo en el sector privado en los últimos trece meses, un indicio de que «tras la peor recesión desde la Gran Depresión, nuestra economía está creciendo otra vez».
ECOticias.com – ep