La política energética es fundamental para la competitividad y la seguridad europeas y para lograr la neutralidad climática. Se trata de una competencia compartida entre la UE y sus países miembros definida en el artículo 194 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea y los ahorros del sistema energético renovable es uno de sus ‘pilares’.
Cómo los ahorros del sistema energético renovable superan ampliamente al escenario de transición lenta
En un espíritu de solidaridad, las medidas de la UE responden a tres retos principales:
- Garantizar un suministro de energía seguro
- Trabajar en pro de la asequibilidad de la energía para las empresas y los ciudadanos y contribuir a la competitividad de Europa
- Promover la producción y el uso de energía limpia y sostenible, de manera que la UE cumpla sus objetivos de descarbonización
Los principales objetivos de la política energética de la UE son:
- Fomentar la descarbonización en la producción y el uso de energía en la UE y contribuir así a mejorar la competitividad y a lograr nuestra mayor ambición climática
- Dar prioridad a la eficiencia energética en todas las fases de la cadena, desde la generación hasta el consumo final de energía
- Movilizar la investigación y fomentar la innovación
- Implicar a todas las partes interesadas y permitir que los consumidores de energía ocupen un lugar central en la transición hacia una energía limpia
- Impulsar todos los aspectos relativos a la seguridad energética y liderar los debates internacionales sobre la transición energética mundial
El impacto económico hasta 2050: 1,6 billones menos de gasto energético
Un sistema energético basado en fuentes renovables ahorraría a la Unión Europea 1,637 billones de euros hasta 2050 frente a uno de «transición lenta», lo que equivaldría al 9 % del PIB de la UE o al gasto en sanidad conjunto del bloque comunitario.
Esa es la principal conclusión de un informe difundido este lunes por la patronal eólica WindEurope y la compañía Hitachi Energy, que compara una escenario de electrificación y expansión masiva de la eólica y la solar con un modelo de «transición lenta» con prolongada dependencia de los combustibles fósiles.
«Ya en 2035, el escenario renovable ahorra 331.000 millones de euros frente al escenario de transición lenta«, indica el análisis.
El despliegue firme de redes y renovables, contabilizando las inversiones necesarias, también es económicamente más favorable que alternativas con mayor peso de la energía nuclear, el hidrógeno o la captura de CO2, según el estudio.
«El sistema energético basado en renovables implica un gran aumento de la proporción de electricidad en la matriz energética. Y esa electrificación requiere inversiones importantes, especialmente en la industria pesada. Esto se ha tenido en cuenta en el estudio. Incluso contemplando la inversión necesaria en electrificación, el escenario basado en renovables sigue siendo el más económico en conjunto«, señalan los autores.
Por qué la nuclear, el hidrógeno y la captura de CO₂ elevan los costes
El sistema con más nuclear, captura e hidrógeno encarecería la factura energética entre 487.000 y 860.000 millones de euros de aquí a mitad de siglo, cuando la UE se ha comprometido a alcanzar la neutralidad climática, es decir, a emitir sólo el CO2 que sea capaz de reabsorber.
El escenario de renovables más agresivo, además, lograría reducir la dependencia de la UE en sus importaciones energéticas del 71 % proyectado para 2030 hasta el 22 % en 2050, señalan WindEurope y Hitachi Energy.
«En contraste, en el escenario de ‘transición lenta‘ la dependencia sigue siendo del 78 % en 2030 y del 54 % en 2050″, aseguran los autores, que agregan que el sistema basado en renovables también tendría efectos positivos en el mercado de trabajo.
La industria eólica europea emplea hoy a 440.000 personas y empleará a 600.000 en 2030, según los cálculos del sector.
Por qué el escenario renovable es la única vía competitiva hacia la neutralidad climática
«Esta transición ya está en marcha. Al mirar hacia 2050, conviene recordar cómo era nuestro sistema energético hace 25 años. En el año 2000, la cuota combinada de la eólica y la solar en la electricidad europea era del 0,8 %. Hoy es del 30 %. Y las emisiones europeas se han reducido casi un tercio respecto al 2000, mientras la economía ha crecido un 45 %. Sigamos construyendo sobre este éxito«, resumió Wind Europe. Seguir leyendo en ECOticias.com / EFE













