China supera a España y al resto del mundo con su propia fuente de energía infinita. Una promesa similar a la ofrecida con Estados Unidos, donde se aseguró haber encontrado el Santo Grial de la energía dentro de una roca. Tener energía limpia, sin emisiones e inagotable parece más una utopía que algo real.
Sin embargo, hay un tipo de energía que se acerca bastante, aunque estamos lejos de conseguirla en términos comerciales: la energía de fusión.
Es una de las grandes esperanzas para el ser humano de cara a las próximas décadas. Existe una carrera tecnológica global para lograrlo y China acaba de sentar un precedente.
China crea su propia energía infinita: liquida a España y al resto del mundo
China lo ha hecho con la puesta en marcha de un ‘sol’ artificial en tiempo récord. El Superconductor Avanzado Experimental Tokamak (EAST, por sus siglas en inglés) se trata de un reactor al que se le suele llamar “sol artificial”. Su último gran triunfo ha sido el mantenimiento de un plasma de elevado confinamiento en estado estable por 1.066 segundos.
Con esta cifra, quebró el récord anterior, datada del año 2023, de 403 segundos. La “operación de plasma de alto confinamiento en estado estable” quiere decir que un gas se mantiene a una temperatura ultracaliente y cargado (plasma) atrapado de forma efectiva el suficiente tiempo como para que las reacciones de fusión generan energía constante y en cantidad considerables.
Este precedente es un paso vital hacia la elaboración de reactores de fusión capaces de producir energía constante y segura. EAST no es un reactor convencional. Es el primer en ser 100% superconductor y fue creado con elementos tecnológicos innovadores que lo sitúan en lo más alto de la vanguardia.
Su estructura atesora una sección transversal no circular, imanes superconductores y elementos enfriados por agua son cruciales para sus actividades. Si bien su tamaño es más discreto que el de otros reactores, EAST brinda una importante flexibilidad experimental que lo transforma en un laboratorio óptimo para probar configuraciones de plasma estables.
Desde sus primeros pasos dados en 2006, se ha utilizado como plataforma de prueba para expertos de todo el planeta, afianzando la colaboración mundial en la investigación de la energía de fusión.
¿Qué es la energía de fusión? China está muy cerca de obtenerla
La energía de fusión es la fuente de energía que abastece las estrellas, entre ellas el majestuoso Sol. Es el procedimiento donde dos núcleos ligeros, como los del hidrógeno, son combinados para elaborar un núcleo más pesado, como helio. Un proceso en el que se libera una significativa cantidad de energía. Esto tiene lugar porque una parte de la masa de los núcleos pasa a ser energía automáticamente.
En contraposición a los combustibles fósiles, no genera emisiones de gases de efecto invernadero y su único subproducto es helio.
China arrasa con la energía de fusión, pero todavía no está todo hecho
Los recientes triunfos del EAST son prometedores, pero lograr una aplicación práctica de este tipo continúa siendo un reto enorme. Aún sigue sin ser viable el mantenimiento de temperaturas que sobrepasen los 15 millones grados, asegurando la estabilidad del plasma y un control eficiente.
En las estrellas, las crecidas temperaturas y presiones de sus núcleos permiten que los átomos de hidrógeno venzan su repulsión natural y queden fusionadas, provocando la energía que caliente y ofrece luz al universo. Esas condiciones de temperatura y presión son los grandes obstáculos para recrear la fusión que forma artificial. Sin embargo, si esto pudiera controlar, estaríamos ante una fuente de energía limpia y prácticamente inagotable.
Otro aspecto a contemplar es el balance energético: que la energía registrada sea superior a la que consume el reactor. El hecho de que el EAST haya sido capaz de mantener un plasma estable por más de 1.000 segundos representa un progreso importante hacia los reactores de fusión comerciales, el paso previo para instaurar la deseada energía de fusión.
Así, China va por delante de España y del resto del mundo en términos de energía infinita, siguiendo la misma línea de la primera «energía milagro».
