El hidrógeno puede ser una importante herramienta de descarbonización en la combinación energética. Los proyectos piloto están mostrando cómo aumentar la producción de hidrógeno, más conocido como H2 «verde» y reducir los costes.
Técnicamente, el hidrógeno puede tener muchas aplicaciones con bajas emisiones de carbono. Puede quemarse para liberar calor y energía, y puede utilizarse en una pila de combustible para producir electricidad. Por lo tanto, puede funcionar como combustible para el transporte pesado; o para descarbonizar sectores industriales de alto consumo energético.
La división de las moléculas de agua —un proceso conocido como electrólisis— también puede producir hidrógeno (H2). Esto requiere mucha energía y es caro. Por eso, para que el hidrógeno contribuya de forma significativa a la ecologización de la economía, los costes de producción deben bajar y la energía para la electrólisis tendrá que proceder de fuentes renovables.
El apoyo al H2 es indiscutible
El Consejo de Ministros ha aprobado a instancias del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) la asignación de 377 millones de euros al mecanismo de subastas como servicio (AaaS) para financiar la producción de H2 renovable en España.
Dotada con fondos NextGenEU del Plan de Recuperación (PRTR), esta suma subvencionará proyectos preseleccionados en la segunda subasta general del Banco Europeo del Hidrógeno que no percibieron ayudas de Bruselas al agotarse el presupuesto comunitario habilitado.
El Real Decreto aprobado hoy activa la primera convocatoria nacional de subastas como servicio y fija la cantidad definitiva con la que el MITECO respaldará iniciativas para producir H2 verde en territorio español que obtuvieron el aval previo de la UE en mayo pasado, pero quedaron fuera del reparto de subvenciones europeas. El mecanismo AaaS – Auction-as-a-Service – abre una vía para rescatar con fondos nacionales estos proyectos seleccionados por la Comisión Europea.
Estas ayudas propias serán otorgadas mediante concesión directa por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) y respetarán el orden de puntación fijado en la segunda subasta comunitaria por la Agencia Ejecutiva Europea de Clima, Infraestructuras y Medio Ambiente (CINEA) como organismo gestor.
Los incentivos se estructuran como subvenciones al hidrógeno producido y certificado como cien por cien renovable – RFNBO, según la Directiva de Energía Renovable-, por un período máximo de 10 años desde el inicio de operación, en proyectos que respeten el principio de no ocasionar un daño significativo al medio ambiente (DNSH) en todas sus fases. Es la primera vez en España que las ayudas no se dan a la inversión en activos, sino a la producción del H2 renovable.
Destaca la alta competitividad del H2
La última puja del Banco Europeo, cerrada hace poco más de un mes, reflejó el protagonismo y la alta competitividad española en el impulso europeo al H2 renovable como vector energético clave para descarbonizar sectores industriales y transporte pesado, entre otros. Más de la mitad de las propuestas seleccionadas por el CINEA y subvencionadas por Bruselas son desarrollos en territorio español; el resto son proyectos en Alemania, Finlandia, Noruega y Países Bajos.
Ahora, con la primera convocatoria nacional de subasta como servicio en España, podrán recibir ayudas -con fondos del PRTR- otros proyectos nacionales que quedaron en lista de espera. De este modo, las subastas del Banco Europeo del Hidrógeno y las subastas como servicio de los países adheridos con recursos propios generan sinergias que facilitan la selección de proyectos, mayor eficiencia de costes y agilidad administrativa, además de coordinar mecanismos de apoyo nacionales y europeos para potenciar estas ventajas en un entorno competitivo dentro de la UE.
A por la transición energética
España se adhirió en noviembre pasado a este esquema del Fondo Europeo de Innovación y el Banco Europeo del Hidrógeno para contar con un instrumento adicional con el que financiar el hidrógeno renovable producido aquí, en forma de ayudas fijas por kilogramo, que permita salvar la diferencia entre los costes de producción y los precios para el H2 renovable en un mercado aún inmaduro a escala continental.
Representa un paso más en la estrategia del Gobierno de impulsar el hidrógeno verde como acelerador de la transición energética, en especial en sectores industriales y de transporte, y desarrollar toda la cadena de valor asociada. Y se suma a todo el abanico de líneas de ayuda a la inversión activado por el MITECO a través del IDAE – H2 Pioneros, H2 Cadena de Valor, H2 Valles y los IPCEIs Hy2Tech, Hy2Use y Hy2Move– para hacer del hidrógeno verde una de las palancas clave de nuestra política energética.
Para el desarrollo de este vector energético y la creación de un ecosistema industrial integral alrededor ya se han convocado más de 3.000 millones de euros del PRTR en ayudas, incluido el presupuesto procedente de la Adenda REPowerEU. ECOticias.com
