No será solo un árbol, serán 386 los ejemplares afectados por las obras de ampliación de la estación Puerta de Atocha-Almudena Grandes. Es lo que han denunciado ecologistas que consideran que los trabajos impulsados por Adif, provocarán un impacto irreversible en el bulevar de Méndez Álvaro.
Han exigido que se minimicen las talas previstas, tras calcular que un total de 386 árboles se verán afectados de alguna manera pese a que el año pasado Óscar Puente, ministro de Transporte, aseguró que solo se talaría un árbol y el resto serían trasplantados. Después de un año y analizando las cifras actualizadas del proyecto, la realidad es muy distinta: un total de 386 árboles se verán afectados.
Las declaraciones iniciales del Ministro de Transportes sobre el número de talas provocadas por las obras de la ampliación de la estación pasante son falsas.
El proyecto actual prevé la tala de 249 árboles maduros, el incierto trasplante de 74 ejemplares y provocará cambios irreversibles en un bulevar histórico.
Exigen una modificación del proyecto que minimice las talas, el impacto de las obras y los desvíos de tráfico asociados. Considera urgente una revisión del modelo económico basado en la expansión del turismo en ciudades muy tensionadas.
Tala masiva de árboles por las obras en la estación de Atocha
En marzo de 2023 se denunciaron la tala masiva de árboles que causarían las obras promovidas por ADIF en la estación pasante de Atocha. Ante la denuncia y la creciente movilización popular contra la ampliación de la línea 11 de Metro impulsada por la Comunidad de Madrid, Óscar Puente realizó unas declaraciones con el fin de tranquilizar a la ciudadanía.
El 23 de enero de 2024 el ministro de Transportes declaró que sólo se talaría un ejemplar y que el resto serían trasplantados. Después de un año y analizando las cifras actualizadas del proyecto, la realidad es muy distinta: un total de 386 árboles se verán afectados.
Mientras que 63 ejemplares se protegerán durante las obras, 74 serán transplantados y 249 directamente talados. Las reposiciones por talas parecen ascender a 236 y se prevé entregar a los viveros municipales 5.712 ejemplares.
La zona más afectada por las obras es el Bulevar de Méndez Álvaro. Se trata de uno de los bulevares más singulares de todo Madrid, cuyo diseño histórico ha permitido que haya árboles en flor desde principios del año hasta agosto, así como rosales el resto del año.
De hecho, los granados del bulevar figuran en publicaciones especializadas como los mejores ejemplares de la ciudad, por lo que su desaparición supondría una pérdida irreparable.
Es la secuencia continua de floración de las especies de ciruelos de hojas púrpura, manzanos, olmos, granados y magnolios que habitan este Bulevar la que se ve amenazada a causa de las obras. Especialmente porque el Ayuntamiento de Madrid ha indicado que la reposición únicamente incluirá manzanos y granados.
Se denuncia que el proyecto constructivo sacrifica el arbolado urbano para incorporar un nuevo carril al perfil de Méndez Álvaro. Ecologistas insisten en que existen soluciones de diseño viables que permitirían conservar el bulevar entre las calles Áncora y Bustamante.
Además, las talas no se limitan al ámbito del bulevar. Existen también importantes afecciones por la remodelación de las calles Garganta de los Montes y General Lacy que podrían ser evitadas. Esta última ve desaparecer todo su arbolado en el tramo entre Méndez Álvaro y Áncora, pese a que se encuentra fuera de la zona de afección por obras.
Los árboles afectados son maduros, por lo que su tala privará a la ciudadanía de sus ‘beneficios ecosistémicos’
La presencia de un arbolado maduro y diverso permite que en las ciudades haya islas de biodiversidad en las que puedan habitar especies animales y vegetales.
El arbolado urbano también contribuye a la fijación de partículas contaminantes, contribuye a la regulación de temperatura y proporciona sombra en verano. Recuerdan que está de sobra documentada la escasa viabilidad de los trasplantes realizados a árboles maduros. Y que, por tanto, los 74 árboles que serán trasplantados se convertirán, previsiblemente, en pérdidas en los próximos años.
Especialmente grave es la tala de todos los olmos (Ulmus pumila) de los alrededores, maduros y con alturas superiores a los 12 metros. La pérdida de variedad botánica que sufrirá la zona es importante, pues estos ejemplares, aunque no sufren grafiosis, deberán ser repuestos, por normativa, por ejemplares de distinta especie.
La magnitud del proyecto también hará que las viviendas situadas justo en frente de la Estación y el colegio CIP Menéndez Pelayo padezcan las obras durante 6 o 7 años.
Conviene recordar que el vecindario ya sufrió los perjuicios de las obras de la sede de Repsol, que se prolongaron desde el 2007 hasta el 2013. Ecologistas en Acción exige que se busquen soluciones para el desvío de tráfico durante las obras, que se reduzca al mínimo su impacto visual, auditivo y paisajístico.
Además, considera fundamental que se facilite información pública y se valore la participación de la ciudadanía afectada en el proyecto.
En resumen, se exige una modificación del proyecto que minimice las talas, el impacto de las obras y los desvíos de tráfico asociados. Advierte, además, de que la ampliación de la estación contribuirá a aumentar el número de visitantes sobre una ciudad.
La ciudad de Madrid ya sufre el impacto negativo de una forma de turismo desmedido en todas sus infraestructuras, y no puede permitirse perder el arbolado urbano de esta zona histórica.
Es urgente replantearse el modelo económico y turístico que hace que nuestras zonas verdes y plazas estén altamente ocupadas, nuestros barrios gentrificados, que dificulta el acceso a la vivienda y que, ahora, amenaza con dañar irreparablemente el paisaje de los alrededores de Atocha.
